Después de caminar por el centro de la capital finlandesa, uno puede pensar que ya no queda nada más interesante por visitar, pero en cuanto empezamos a pasear por sus tranquilas calles residenciales vamos descubriendo otros lugares quizá no tan conocidos pero igualmente interesantes y sorprendentes.
Comenzando en la concurrida Mannerheimvägen, la calle más larga y una de las principales de Helsinki, visitaremos varios museos, sedes gubernamentales, algún que otro parque, y caminaremos junto al báltico por paseos marítimos mientras atravesamos grandes puertos salpicados por decenas de embarcaciones y amenazadoras grúas de carga...
Mannerheimvägen, la arteria principal de Helsinki:
El Teatro Sueco y los grandes almacenes Stockmann situados en la plaza Erottaja marcan el inicio de esta calle de unos 5,5 Km. que enlaza con una autovía al norte de la ciudad.
Numerosas líneas de tranvía recorren buena parte de esta calle o la cruzan en algún momento de su recorrido, así que siempre podremos recurrir a este medio de transporte para volver al centro de la ciudad si nos cansamos de caminar.
En sus primeros metros encontramos numerosas oficinas, tiendas y restaurantes, además de gigantescos centros comerciales situados en los bajos de estos edificios e incluso varios niveles bajo el nivel de la calle y que en muchas ocasiones están unidos entre sí formando auténticas ciudades subterráneas. Dos de los más conocidos son Kampii y Forum, que cuentan con acceso directo desde el metro y con una de las principales estaciones de autobuses de la ciudad.
Grandes nevadas, temperaturas de hasta -30º y noches de casi 18 horas nos pueden ayudar a entender por qué los habitantes de Helsinki pasan gran parte del día bajo techo durante los meses más crudos del invierno finlandés.
Unos metros después llegamos a la puerta del Kiasma, un museo dónde se exhibe la colección de arte contemporáneo de la Galería Nacional Finlandesa y que está ubicado en un edificio diseñado por el arquitecto estadounidense Steve Holl.
En la entrada podemos ver la estatua ecuestre de Carl Gustaf Emil Mannerheim, el presidente de la República de Finlandia entre los años 1944 y 1946.
Si os interesa visitar este museo, podéis echarle un vistazo a su web oficial para ver los horarios de apertura y el precio de la entrada:www.kiasma.fi/kiasma_en
Enfrente del museo Kiasma encontramos una escultura metálica en un pequeño parque situado junto al Parlamento de Finlandia.
Este edificio construido en estilo clásico pero con algunos toques modernistas data de 1931.
Sirve a la vez como monumento a la independencia finlandesa y como máximo órgano de la democracia del país, ya que en su interior se celebran las sesiones de la única cámara del parlamento finlandés.
Desde hace poco tiempo, frente al parlamento se levanta el Helsingin Musiikkitalo, la Casa de la Música de Helsinki en la que tienen su sede la Filarmónica de Helsinki y la Sinfónica de la Radiotelevisión finlandesa (YLE).
Además de haberse convertido en poco tiempo en un referente para la música clásica, el Musiikkitalo destaca también por su espectacular arquitectura a base de granito, cobre y vidrio.
Junto a este edificio se encuentra la Casa de Finlandia (Filandiatalo), un centro multiusos diseñado por el famoso arquitecto finlandés Alvar Aalto que cuenta con un auditorio y varias salas de conferencias.
Enfrente de la casa de finlandia podemos visitar otro importante polo cultural de la ciudad, el Museo Nacional de Finlandia o Kansallismuseo.
Este edificio con fachada de piedra y arenisca en el que destaca su campanario coronado por un estilizado tejado acabado en pico, alberga diversas colecciones que nos permitirán conocer muchos datos interesantes sobre la historia y la cultura finlandesa.
Siguiendo con nuestro particular recorrido por la calle Mannerheimvägen nos adentramos en el parque Hesperia (Hesperian puisto), dónde encontramos numerosas praderas de césped dónde, en verano, la gente aprovecha para sentarse a charlar, leer o tumbarse al sol.
Si queréis disfrutar de un bonito paisaje os recomiendo caminar junto a la bahía de Toolo (Töölönlahti), desde dónde podréis contemplar el parque de atracciones de Linnanmäki al fondo.
A lo largo del parque también encontraremos diversas esculturas, como esta curiosa "serpiente de piedra" que convierten esta zona en un pequeño museo al aire libre.
Al final del parque habremos llegado a la Ópera Nacional de Finlandia (Kansallisooppera), un resplandeciente edificio de color blanco ubicado a orillas de la bahía de Toolo.
Desde este punto, lo más destacable que podemos encontrar en la calle Mannerheimvägen es un enorme recinto dedicado al deporte dónde se celebraron los Juegos Olímpicos de 1952 y en el que destaca su estadio olímpico que cuenta con una torre de 72 metros desde la que se puede ver casi toda la ciudad de Helsinki.
Monumento a Sibelius:
Este monumento dedicado al compositor finlandés más internacional, Jean Sibelius, está situado en un parque del mismo nombre y por lo tanto es totalmente gratuito.
Esta peculiar escultura está formada por cientos de tubos de acero inoxidable de diferentes longitudes y diámetros que cuando sopla el viento, crean diferentes sonidos que atraen cada día a numerosos turistas que acuden en visitas guiadas o por su cuenta a fotografiarse junto al rostro del compositor.
Paseo junto al mar desde el parque de Sibelius hasta el puerto de contenedores:
Si nos acercamos hasta la orilla del mar desde el monumento a Sibelius, podemos emprender un agradable paseo que discurre junto a la calle Merikantovägen en dirección al centro de Helsinki...
... pero dando un rodeo que nos llevará a pasar junto a pequeños embarcaderos dónde permanecen amarradas numerosas lanchas a motor, pintorescas casas de madera o incluso playas de arena similares a las del mediterráneo español y que chocan con la imagen preconcebida que tenemos de finlandia.
Nada más pasar junto a la playa de Hietaniemi, comenzamos a bordear el enorme cementerio de Hietaniemen, oculto tras una frondosa vegetación que sirve de barrera natural entre este cementerio y el camino que serpentea junto a la bahía de Lapinlahti.
Al fondo de la bahía abandonamos el camino costero y nos adentramos entre pequeñas huertas y plantaciones de flores locales en las que trabajan algunas mujeres finlandesas que se sorprenden de vernos paseando por esa zona de la ciudad casi tanto como nosotros de encontrar esos huertos a tan poca distancia del centro.
Seguimos caminando y dejamos a nuestra derecha el cementerio Ortodoxo de Helsinki antes de adentrarnos de nuevo en la ciudad a través de la calle Mechelininkatu, que separa una de las zonas residenciales más recientes de la ciudad...
...del puerto de contenedores y las terminales de los ferries que unen Helsinki con otras capitales del mar báltico.
Iglesia de San Juan:
En mitad de un barrio lleno de cuestas y desniveles nos encontramos con esta iglesia luterana de estilo neogótico diseñada por el arquitecto sueco Adolf Melander que cuenta con dos torres simétricas de 74 metros de altura situadas a ambos lados de la entrada principal.
Por lo que he leído, tiene una acústica perfecta para escuchar música coral, y en su interior caben más de 2600 personas sentadas, lo que la convierte en la iglesia de mayor capacidad de todo el país.
Museo del diseño y estatua de Topelius:
Junto a la iglesia de San Juan podemos visitar el Museo del Diseño, en el que se expone la historia y el desarrollo del diseño finlandés desde las décadas de 1880 y 1890 hasta mediados del siglo XX.
Toda la información sobre precios y horarios en www.designmuseum.fi/en/
Delante del museo podemos ver un grupo escultórico que representa al escritor, poeta, periodista e historiador finlandés Zacarías Topelius rodeado de unos niños que permanecen atentos a las explicaciones del escritor.
Parque Esplanadi:
Este bulevar ajardinado situado en el centro de la ciudad es sin duda una de las zonas verdes preferidas por los habitantes de Helsinki para pasear y relajarse, así como uno de los lugares más transitados por los turistas.
Una calle de apenas 400 metros llena de vida en la que nos encontramos con músicos callejeros, mimos, cafeterías, terrazas, restaurantes y tiendas ubicadas en los edificios neorrenacentistan que lo flanquean.
Además de sus cuidados jardines y las flores que podemos encontrar por doquier, uno de los elementos decorativos más significativos es la estatua dedicada a Johan Ludvig Runeberg, el compositor de la letra del himno finlandés.
Al final del parque y justo antes de llegar a la plaza del mercado (Kauppatori), encontramos otra pequeña estatua junto a un estanque y una de las cafeterías más exclusivas de toda la ciudad, el Café-Brasserie Kappeli.
Plaza de Rautatientori:
Esta es una de las plazas más concurridas de Helsinki debido a su cercanía con la Estación Central de trenes de Helsinki, pero también gracias a otros edificios como el Teatro Nacional de Finlandia, el Casino de Helsinki, la Oficina cultural (Kulttuurikeskus), cafeterías, oficinas y un buen número de líneas de autobús y tranvía.
Frente al Teatro Nacional podemos ver una estatua del escritor finlandés Aleksis Kivi.
Como comentaba anteriormente, el edificio más emblemático de esta plaza es la estación de trenes modernista de Helsinki, conocida como Helsingin päärautatieasema, desde dónde parten la mayoría de trenes que conectan la capital con el norte, el este y el oeste del país, así como con otros países cercanos como por ejemplo Rusia.
Lo más impresionante de esta monumental estación de trenes es la torre del reloj que en si misma es un punto de interés turístico, y los dos grupos de dos estatuas situados a ambos lados de la entrada principal de la estación y que sostienen sobre sus manos unos globos que simbolizan la luz de la industrialización y el progreso.
Para terminar y a modo de curiosidad, cuando viajé a Helsinki en Junio de 2011, nos llamó la atención el hecho de que no existía la noche tal y como estamos acostumbrados en otros países situados más al sur.
Amanece a las 4:00 am, y "anochece" sobre las 23:00, pero durante esas 5 horas de noche el cielo no llega a oscurecerse del todo, por lo que para alguien como yo acostumbrado a las noches españolas en las que el cielo se tiñe de negro, resultó muy curioso despertarse el primer día en Helsinki a las tres y media de la mañana a cerrar las cortinas de la habitación del hotel porque entraba el sol por la ventana.
Inmortalizamos este hecho tan curioso para nosotros fotografiando el reloj de la estación de trenes quince minutos antes de la medianoche para recordar el tono que tenía el cielo nocturno de Helsinki a finales de Junio:
Hasta aquí esta selección de los otros lugares de Helsinki que ya sea por falta de tiempo, por no aparecer en todas las guías turísticas o por estar algo más alejados de los principales monumentos de la ciudad, acaban siendo disfrutados solo por un puñado de privilegiados.
Además de todos estos, seguro que han quedado muchos más lugares dignos de visitar en la capital finlandesa, así que desde aquí os animo a que si conocéis mas lugares interesantes los compartáis con todos nosotros en los comentarios.
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