PhotoViajeros - Los relatos de mis Viajes, Rutas y Escapadas

Egipto dia 5: Pirámides, Esfinge y Museo del Cairo

Nuestro primer día en la gran metrópoli que es El Cairo, comienza con un suculento desayuno en el hotel. En algunos buffet libre de Madrid no he encontrado tanta variedad de comida como la que tenían en el hotel solo para desayunar.

Después del atracón matutino, subimos al autobús con el que cruzamos la ciudad camino a las pirámides. En el camino vemos como se entremezcla la tradición y la pobreza con la modernidad y el dinamismo propios de una gran ciudad.

Por fin a lo lejos se empiezan a ver las imponentes moles de piedra de las 3 pirámides de Ghiza. Para entrar en el recinto de las pirámides, nos hacen bajarnos del autobús para pasar por unos detectores, dejando las cámaras y las mochilas en el autobús. De nuevo, me deja boquiabierto el concepto de seguridad de los egipcios, ya que al registrar solamente a las personas, si llevas algo peligroso en la mochila, vas a poder acceder al recinto con ello sin ningún tipo de problema.

Pirámide de Kefrén

Egipto dia 4: Pueblo Nubio y vuelo a El Cairo

Nuestro último día en el Nilo la comenzamos a una hora normal y sin madrugones, ¡por fin!. Después de desayunar tras una noche de sueño reparador, montamos en 2 falucas, la embarcación típica de Egipto.

Falucas

Egipto dia 3: Abu Simbel, Obelisco Inacabado y Presa Aswan

Aun recuerdo el despertar de este día como uno de los madrugones más duros de toda mi vida. No habían pasado ni 2 horas desde que nos habíamos acostado cuando ya tenemos que estar de nuevo en pie. A esta hora ni desayunamos, no creo que nadie hubiese podido probar bocado en ese momento, salimos del barco y subimos a un autobús que nos debe llevar hasta Abu Simbel, 300 Km al Sur.

Debido a los problemas con el terrorismo y a lo desamparado del viaje, no permiten que ninguna excursión viaje sin escolta militar a través del desierto, por lo que esperamos en una amplia avenida en la que se van uniendo varias decenas de autobuses, furgonetas y taxis que van hacia Abu Simbel. El guía nos cuenta que el ejército tiene que ir escoltando a la caravana de más de 100 vehículos tanto por adelante como por atrás, y que dentro de unas 3 horas llegaremos, así que mientras tanto podemos dormir.

Al principio veía alguna que otra persona despierta, pero en cuanto salimos de Aswan, creo que yo era el único, y tengo mis dudas de que el conductor no se echase alguna cabezadita durante el camino. La escolta a la que estuvimos esperando durante mas de 30 minutos, consistía en 2 jeeps, uno adelante y otro atrás cerrando la expedición de vehículos, así que la sensación de que poco podrían hacer unos 8 soldados en caso de que pasase algo era clara.

Aunque iba muerto de sueño, poco a poco el panorama que veía por la ventanilla me hizo despejarme completamente. Después de una hora de camino, no quedaba resto de autobuses, taxis o cualquier otra forma de vida en las cercanías, la carretera era una sucesión de inmensas rectas de por lo menos 20 kilómetros, en las que de vez en cuando, al fondo se distinguía la luz trasera de algún otro miembro de la caravana. Este es el concepto de seguridad de la escolta militar, absolutamente de risa.

Aunque esa soledad tuvo su recompensa, en la inmensa negrura del desierto, al mirar hacia arriba, se veía una cantidad de estrellas que jamás había visto en mi vida. Se podía distinguir perfectamente la vía láctea y muchas de las constelaciones y estrellas más conocidas, pero el culmen llegó al amanecer.

Amanecer en el Desierto

Egipto dia 2: Edfú, Nilo y Kom Ombo

Esta noche, mientras dormíamos, el barco ha seguido su viaje por el Nilo hacia el sur.
A las 6:30 nos levantamos, y mientras desayunamos vemos por la ventana del comedor que hemos atracado en otro puerto: Edfú.
Nada más terminar, salimos y ¡Sorpresa!, para ir al templo de Horus, nos esperan unas 15 calesas (parecido a nuestros coches de caballos) en las que “nos acomodan” de cuatro en cuatro.
El viaje es muy peculiar, una ristra de 15 calesas con las que cruzamos toda la ciudad en unos 20 minutos junto con las de otros grupos de diferentes barcos. Tanto en este camino de ida como en el de vuelta, vemos la rutina de los habitantes de esta ciudad en la que se entremezcla la tradición y lo antiguo con el ajetreo de camiones y otros peculiares vehículos más modernos.

Calesas

En Calesa por Edfu