A continuación os propongo un recorrido por toda esta avenida de unos 4 kilómetros en los que se concentran muchos de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
Ver Ringstrasse de Viena en un mapa más grande
Antes de empezar el recorrido, conviene conocer un poco sobre los orígenes de esta importante calle que se construyó bajo mandato del emperador Francisco José I sobre los terrenos que ocuparon durante siglos tanto las murallas de la ciudad como otros elementos defensivos como rampas, bastiones o fosos.
Estas murallas que protegieron a la antigua ciudad (Innere Stadt) de los ataques de las tropas turcas también fueron las causantes de su propia desaparición, ya que gracias a la resistencia de la ciudad de Viena a los continuos ataques del imperio Otomano, comenzó a crecer su población, aumentando tanto que se empezaron a construir nuevos barrios "extramuros" que permanecían prácticamente incomunicados del resto de la ciudad antigua.
Fue a partir de 1857 cuando el emperador Francisco José emprendió un ambicioso proyecto que consistía en derribar las murallas defensivas y construir un gran bulevar con amplios jardines e importantes edificios oficiales junto a otros de propiedad privada que sirviesen para unir la Innere Stadt y los barrios exteriores, unos trabajos que duraron casi 30 años pero cuyo resultado mereció la pena como vais a comprobar a continuación.
Como marco en el mapa, comenzamos la ruta en la Rooseveltplatz de Viena, a dónde podemos llegar en cualquiera de los siguientes medios de transporte público:
- Metro: Schottentor, línea U2.
- Tranvía: Schottentor (Schottenring), líneas 1, 43, 44 y D
- Tranvía: Schottentor (Tiefgeschoß), líneas 37, 38, 40, 41 y 42
- Autobús: Schottentor (Schottengasse), línea 1A
Desde esta misma plaza tenemos la posibilidad de acercarnos a ver el edificio de la bolsa antes de continuar con el recorrido que os propongo, ya que está situado a tan solo 5 minutos andando.
Comenzamos visitando la iglesia Votiva de Viena (Votivkirche), una de las construcciones neogóticas más importantes del mundo en la que destacan sus dos torres de 99 metros de altura.
La historia de este edificio se remonta a 1853, cuando el emperador Francisco José I sufrió un atentado frustrado en esta zona. Inmediatamente, su hermano inició una colecta entre el pueblo vienés para construir un templo en el lugar del atentado, reuniéndose en poco tiempo los fondos necesarios para su construcción. Las obras de la iglesia concluyeron en 1879 coincidiendo con las bodas de plata del emperador y la famosa Sisí emperatriz.
Ya en el interior, lo primero que te sorprenden son los altos y estilizados techos de la nave central, iluminada a través de las múltiples vidrieras que se sitúan a ambos lados en la zona más alta de la misma.
Al fondo nos acercamos para ver el altar mayor, la única parte iluminada de una iglesia con un pasado de esplendor que poco a poco se va recuperando gracias a las obras de restauración que se están realizando.
Al salir de la iglesia, nos encontramos de frente con la fachada lateral del edificio de la Universidad de Viena, fundada en 1365 por Rodolfo IV y desde entonces llamada Alma mater Rudolphina.
A continuación nos encontramos con el Rathauspark, el parque situado delante de la espectacular fachada neogótica del nuevo ayuntamiento de Viena (Rathaus), dónde el día que estábamos paseando por el Ringstrasse estaban preparando un escenario con un enorme lazo rojo que formaba parte de varios eventos culturales que se celebraron en la ciudad con motivo de la Conferencia Internacional sobre el SIDA de 2010.
En esta misma explanada se organizan conciertos gratuitos de música clásica durante las noches de verano.
Justo enfrente de la puerta principal del ayuntamiento podemos ver un edificio no muy grande pero de una gran importancia. se trata del teatro nacional austríaco que recibe el nombre de Burgtheater.
Se inauguró en 1741 por la emperatriz María Teresa, y está considerado el segundo teatro en funcionamiento más antiguo del mundo. En su interior, un anfiteatro con capacidad para casi 1300 espectadores rivaliza con pinturas, esculturas y frescos de Klimt.
En la entrada principal construida con mármol blanco podemos encontrar varios bustos de escritores famosos como Goethe, Schiller, Shakespeare o Calderón de la Barca.
Junto al Burgtheater encontramos uno de los parques más visitados de la ciudad, y es que su situación privilegiada junto a muchos de los principales atractivos turísticos de la ciudad hace que sea un lugar de paso obligatorio en el que muchos aprovechan (y aprovechamos) para hacer un alto en el camino y relajarnos entre los suntuosos jardines del Volksgarten.
Los lugares que yo destacaría de estos jardines en los que abundan las rosaledas son el monumento a la emperatriz Sisí, las estatuas de los poetas Franz Grillparzer y Karl von Hasenauer, y el Templo de Teseo, que estaba en obras cuando yo estuve por allí y no pude ni siquiera acercarme a él.
Enfrente de estos jardines nos encontramos con la espectacular sede del Parlamento austríaco, un enorme edificio que recuerda a los principales templos griegos con sus grandes columnas y rampas de acceso que forman parte de su majestuosa fachada, elementos en los que me imagino que se inspiraría su arquitecto Théophil Hansen en 1874 para su construcción.
Para completar el conjunto, delante de la entrada principal se encuentra una fuente dedicada a la diosa de la sabiduría Palas Atenea (Athenabrunnen), que rivaliza con el resto de estatuas y esculturas que salpican cada rincón de este palacio que como comentaba, recuerda a los templos griegos en cada uno de sus detalles.
Es posible realizar visitas guiadas al parlamento, pero como en mi viaje no entré no os puedo dar mi opinión de si merece la pena o no.
Siguiendo con nuestro particular recorrido por el anillo de Viena, entramos a un pequeño parque situado junto al edificio del Parlamento y que nos conduce directamente hasta el Palacio de Justicia, que aunque no está exactamente en la Ringstrasse, merece la pena acercarse para contemplar su fachada.
Para dirigirnos hasta nuestro siguiente destino, podemos pasar por delante de otro teatro de la ciudad, el Volkstheater o Teatro popular de Viena, y unos minutos después habremos legado a la María Theresien Platz, situada junto a la zona conocida como Museums Quartier, un área de 60.000 metros cuadrados que acogen alrededor de 50 instituciones dedicadas al arte y la cultura contemporáneas en lo que antiguamente eran las caballerizas de la corte.
De vuelta a la Maria Theresien Platz, dos edificios simétricos albergan un importante museo en cada uno de ellos, el museo de Historia Natural y el de Historia del Arte.
En el centro de la plaza se encuentra una enorme estatua dedicada a una emperatriz muy querida y apreciada por los austríacos, la Gran María Teresa de Austria.
La figura de la reina tiene casi 6 metros de altura y sostiene en su mano la Pragmática Sanción, la norma por la que su padre Carlos VI facilitó que ella accediese al trono y en la que además se declaró un proyecto unificador que permitiese la integración de todas las regiones de Austria.
Algunas de las estatuas que podemos ver a sus pies representan a personajes tan conocidos como Mozart, Gluck y Haydin.
Para terminar de completar la plaza, hay cuatro fuentes distribuidas por la misma entre jardines y diversos tipos de árboles, setos y arbustos que hacen de éste un lugar perfecto para sentarnos unos instantes y sentirnos rodeados de arte y cultura por los cuatro costados.
Y es que, justo enfrente de la estatua de María Teresa está la Burgtor, la puerta que da acceso al Palacio de Hofburg del que podéis leer más datos en su artículo correspondiente: Palacio Imperial de Hofburg
Avanzamos un poco más hasta el Burggarten, dónde sin duda lo que yo destacaría es la estatua dedicada al gran compositor austríaco nacido el Salzburgo Wolfgang Amadeus Mozart.
La siguiente parada es la famosa Ópera de Viena, de la que podéis encontrar más información en el artículo La Ópera de Viena o Wiener Staatsoper de este mismo blog.
En toda esta zona del Ringstrasse son numerosos los palacetes que la nobleza y la alta burguesía se construyeron en la nueva zona de expansión de la ciudad. Todos estos palacios dieron nombre a un estilo arquitectónico que se denominó "estilo Ringstraßenstil" (Estilo de la calle Ringstrasse) que junto con todos los edificios oficiales, hacen de esta avenida un auténtico museo de arquitectura al aire libre.
Un poco más adelante llegamos al Stadtpark, el primer parque público de Viena que data de 1862 y sin lugar a dudas, el más emblemático del centro de la ciudad.
En los días de verano podemos ver cómo las verdes praderas de césped se llenan de jóvenes que se tumban a descansar o charlar, mientras que los más mayores, aprovechan para tomar el sol en cualquiera de los cientos de bancos que podemos encontrar diseminados por el parque, siendo los más solicitados los situados junto al estanque.
Aunque el reclamo principal del Stadtpark parezca que son las zonas verdes, este parque también es uno de los que cuentan con mayor número de estatuas y esculturas de toda Viena. De hecho, es aquí dónde se encuentra el que dicen, es el monumento más fotografiado de la ciudad, que no es otro que la estatua dorada de Johann Strauss.
Además de ésta, según vayamos paseando por el parque iremos descubriendo otros bustos y estatuas de más músicos o personajes famosos, aunque a mí el único que me sonó fue el del compositor austríaco Franz Schubert.
En uno de los extremos del Stadtpark se encuentra el edificio del Kursalon, construido inicialmente como un añadido del parque dónde se servía agua con propiedades medicinales, pronto cambió su uso y se convirtió en uno de los lugares preferidos por la alta sociedad vienesa para celebrar todo tipo de actos en sus privilegiados salones, desde conciertos o bailes hasta congresos.
En el lateral más oriental del parque podemos ver los últimos metros del río de Viena (Wienfluß), que desemboca poco después junto al edificio Urania en uno de los canales del Danubio que atraviesan la ciudad.
Abandonamos el Stadtpark y seguimos nuestro recorrido por el anillo de Viena hasta que nos encontramos con la enorme fachada del edificio que alberga el Ministerio de Economía, Familia y Juventud (antiguo ministerio de guerra). Delante podemos ver la estatua ecuestre del militar checo Johann Josef Wenzel Graf Radetzky, inmortalizado en la célebre marcha Radetzky de Johann Strauss.
Para terminar la visita al Ringstraße de Viena, llegamos hasta la orilla del principal canal del Danubio que cruza la ciudad, en cuya orilla se levanta el edificio Urania, un antiguo observatorio astronómico frecuentado por intelectuales y bohemios de la Viena de principios del siglo XX.
Actualmente es un importante centro cultural que cuenta con un café-restaurante, un cine, un teatro de marionetas, varias salas de conferencias y diversas aulas de la Universidad Popular (Volkshochchule).
Justo enfrente de este edificio y sobre las aguas del canal del Danubio, se encuentra la piscina flotante “Badeschiff” en dónde ya sea verano o invierno podremos darnos un baño en este exclusivo lugar.
También cuenta con una cafetería que por las noches se convierte en un bar de copas situado en un lugar privilegiado.
Aquí termina este recorrido por la calle más importante de Viena, aunque se puede ampliar si seguimos caminando junto al canal del Danubio en dirección a nuestro punto de inicio para, de esta manera, cerrar el anillo y completar una vuelta completa al Ringstraße de Viena.
Otra opción es hacer este recorrido en el Ring-Tram, un tranvía que sólo circula por la Ringstrasse, o subidos a un coche de caballos con el que viajaremos en el tiempo a la época de la corte de los Habsburgo.
0 comentarios:
Publicar un comentario
¿Quieres dejar un comentario?
Si tienes más datos relacionados con este artículo o quieres compartir tu propia experiencia, deja un comentario para que el resto de visitantes pueda leerlo.
Por favor, procura que tus comentarios no sean promocionales (spam o publicidad),ilegales u ofensivos, ya que de lo contrario serán eliminados.