Para ayudaros a tomar la decisión, en este artículo os cuento como fue mi primer vuelo en globo, pero sobre todo, os adjunto un buen número de fotografías y un vídeo con el que podréis haceros una idea de lo que os espera.
Sobrevolar la Capadocia a bordo de un globo aerostático es uno de los principales reclamos turísticos de esta zona de Turquía, tan solo por detrás de la visita a sus increíbles formaciones geológicas de origen volcánico.
Lo primero que tenéis que tener en cuenta es que la Capadocia está considerada como uno de los mejores lugares del mundo para realizar un vuelo de estas características, lo que ha propiciado la aparición de numerosas agencias dedicadas a la comercialización de este tipo de actividad.
Los precios oscilan entre los 90€ y los 150€ por persona, estando la mayoría de empresas recomendadas en torno a los 150€, un precio estándar que se mantiene desde hace años gracias a un pacto no escrito entre las diversas agencias.
Conseguir precios más baratos dependerá de vuestra capacidad de regatear (aunque en muchas agencias es imposible) o de ofertas puntuales, así como de contratar con empresas menos "serias" y en principio menos seguras.
Otro aspecto que influye en el precio es el número de personas que os acompañarán en la cesta o barquilla.
Cada una de las cestas de mimbre está dividida en 5 compartimentos: 4 para alojar a los pasajeros y otro situado en medio desde dónde el piloto maneja el globo y en el que también están alojadas las bombonas de combustible y los quemadores.
No es lo mismo meter a 4 personas por compartimento que a 5 o 6. Cuanta menos gente vaya en cada compartimento mejor y más cómodo. Lo ideal son las agencias que prometen un máximo de 16 o 20 pasajeros por globo, aunque hay que tener cuidado porque luego intentan "colar" a alguien más para que el vuelo les salga más rentable.
La empresa con la que yo volé utiliza globos del gobierno turco, pero aun así, en el hotel dónde nos alojamos nos dijeron que no era de las más fiables, que los globos no tienen tanto mantenimiento como en otras compañías y que sus pilotos no eran tan experimentados.
Al final siempre te queda la duda de si es verdad o simplemente te intentan meter el miedo en el cuerpo para que contrates el vuelo con la empresa que a ellos les interese y de la que seguramente se llevarán una comisión.
Después de haber volado en uno de los globos de la empresa Saray Balloons, sólo puedo decir que mi nivel de satisfacción tanto con el vuelo como con la puntualidad y el servicio de recogida en el hotel es de un 9/10. Únicamente eché en falta haber subido más alto en algún momento para haber tenido una visión más global de la Capadocia, pero seguramente no habríamos podido realizar el vuelo rasante sobre uno de los valles que rodean Göreme.
Si ya habéis salvado el escollo del precio y confiáis en que la empresa con la que vais a contratar el vuelo cumple con todos los requisitos de seguridad, estáis listos para volar... ¿no?
Pues la verdad es que no, y es que el último aspecto que hay que tener en cuenta es el miedo a las alturas y el vértigo. Quizá penséis que esto debería haber sido lo primero que tendría que haber valorado, pero después de mi propia experiencia, creo que en el 99% de los casos volar en globo no supondrá un martirio ni un motivo para arrepentirse eternamente por haber abandonado la seguridad de la tierra firme subido en una gran cesta de mimbre sujeta por una enorme tela llena de aire caliente.
Yo mismo tengo vértigo y otro de mis compañeros de viaje tampoco se encuentra cómodo en las alturas, pero aun así, la experiencia no supuso nada más que unos instantes de nerviosismo en el momento del despegue por el temor a que me entrase el tembleque de piernas en pleno vuelo. El resto del tiempo pasó volando (nunca mejor dicho) y sin rastro alguno de los típicos síntomas provocados por la altura como vértigo, mareos, tensión muscular o sudores fríos.
Cada persona es un mundo y cada uno debe valorar su nivel de acrofobia, pero quería compartir mi experiencia con vosotros para que éste no sea el condicionante más importante a la hora de decidir si hacéis esta actividad o no. Puede que os cueste tomar la decisión, pero os aseguro que si dais el paso no os arrepentiréis.
Dicho esto, os cuento como fue mi primer (y espero que no último) vuelo en globo sobre la Capadocia.
La furgoneta de la compañía con la que contratamos pasó a buscarnos a las 4:30 de la mañana, así que a las 4:15 ya estábamos en pie. ¡Qué sueño!
Estuvimos unos 20 minutos recogiendo a más gente por otros hoteles antes de abandonar la zona poblada de Göreme y adentrarnos por caminos de tierra que pasaban entre centenares de chimeneas de hadas casi imperceptibles a causa de la oscuridad.
De repente a lo lejos vimos varios fogonazos anaranjados que iluminaban todo el paisaje. Ya había comenzado el proceso de inflado de los globos.
Pocos minutos más tarde llegamos a un amplio descampado en el que media docena de globos iban cogiendo forma poco a poco.
Al bajarnos de la furgoneta notamos el frescor de la mañana, y es que a pesar de ser Agosto, no nos vino nada mal la sudadera que nos llevamos del hotel "por si acaso".
Mientras los globos continuaban hinchándose de aire caliente, nos acercamos a una mesa con galletas, bizcochos, café e infusiones para tomar algo que nos entonase el cuerpo. Junto a nosotros, decenas de personas aguardaban expectantes y somnolientas a que se fuesen formando los grupos para, a continuación, dirigirse al globo que les habían asignado.
Cuando por fin nos dijeron cuál iba a ser nuestro globo, nos aproximamos al lugar en el que varios operarios daban los últimos estrujones a los quemadores para levantar el globo y dejarlo en posición de despegue.
Cuando el globo queda en esta posición hay que subir rápidamente a la barquilla, dónde en menos de 2 minutos te dan una "charla de seguridad" en la que básicamente te dicen que no te asomes demasiado, que no saltes y que no te acerques a las bombonas de gas ni las manipules.
Otra breve explicación sobre cómo actuar en caso de emergencia y, casi sin darnos cuenta, el globo ya había abandonado tierra firme dando comienzo a un suave pero constante ascenso.
La única señal de que el vuelo había comenzado la notábamos sobre nuestras cabezas, dónde a pesar de ir cubiertos por una placa metálica, se notaba el intenso calor de los quemadores, que funcionaban a pleno rendimiento calentando aún más el aire del interior del globo para aumentar la velocidad de ascenso.
A partir de este instante ya sólo quedaba empezar disfrutar del paisaje que nos rodeaba mientras seguíamos ganando altura.
A nuestro alrededor, decenas de globos flotaban a diferentes alturas sobre las formaciones rocosas de la Capadocia...
...mientras que otros aun en tierra ultimaban los preparativos para el despegue.
Con un vuelo tranquilo y acompasado comenzamos a sobrevolar las afueras de Göreme, momento que aprovechamos para intentar encontrar la ubicación de nuestro hotel y reconocer algunos de los lugares que habíamos visitado en días anteriores, como por ejemplo la inconfundible silueta de la fortaleza de Uchisar que podéis ver al fondo a la derecha en la siguiente fotografía.
Los primeros rayos de sol dibujaron en el horizonte el grandioso contorno del volcán Erciyes, que con sus casi 4000 metros de altura, destacaba a lo lejos sobre las llanuras erosionadas de la Capadocia.
Y por fin el sol despuntó en el horizonte dejándonos unas espectaculares imágenes de un cielo anaranjado salpicado por un puñado de "motitas negras" que subían y bajaban como si todas ellas participasen en una majestuosa coreografía que se estaba representando ante nosotros mismos y de la que también nuestro propio globo formaba parte.
Casi todo el tiempo fuimos acompañados por otro globo de la misma compañía que volaba a escasa distancia de nosotros y que en varias ocasiones llegó a "golpear" y rozar su parte superior con la nuestra.
Ni siquiera en esos momentos notamos ninguna vibración o algún movimiento más brusco, y es que volar en globo es tan suave y silencioso que resulta imposible no hacer la comparación con las sensaciones tan distintas que nos transmiten los vuelos en avión con los que nos desplazamos hasta nuestros destinos de viaje.
Casi sin darnos cuenta dejamos atrás la localidad de Göreme y los campos de cultivo que la rodean para adentrarnos en el Love Valley o Valle del amor...
...por el que realizamos un vuelo casi rasante sobre las copas de los árboles mientras nuestro piloto esquivaba con destreza las caprichosas formaciones geológicas diseminadas por el fondo del valle.
Es difícil no dejarse llevar por la belleza del lugar y la relajación del momento al sentir la brisa de la mañana en la cara e ir viendo los diferentes paisajes que nos rodeaban mientras el globo iba rotando sobre sí mismo realizando un giro casi imperceptible de 360º que nos permitía contemplar nuestra propia sombra proyectada en las paredes calizas.
Resultaba hipnotizante contemplar los acompasados movimientos de cada uno de los globos que subían y bajaban a nuestro alrededor para aprovechar las corrientes de aire y seguir avanzando en dirección a los famosos pináculos fálicos que han hecho famoso a este valle.
Parece mentira que esa simple lona gigante que se elevaba sobre nuestras cabezas fuese capaz de soportar el peso de la barquilla y su contenido, pero el secreto estaba precisamente ahí, en lo que no se ve, en toneladas de aire caliente que por una simple regla de la física, tiende a subir al ser menos denso y pesar menos que el aire más frío que lo rodea.
El vuelo llegaba a su fin, así que el pilotó comenzó a hablar por radio con el equipo de tierra para decirles dónde pretendía aterrizar. A los pocos minutos, un todoterreno y dos furgonetas ya estaban esperándonos en una pequeña explanada situada al borde del Love valley. ¡Qué coordinación!
De nuevo escuchamos atentamente las indicaciones para afrontar el aterrizaje, en las que básicamente te dicen cómo te tienes que colocar en la cesta y dónde te tienes que agarrar.
Este es otro de esos momentos que te dejan con la boca abierta, porque es tal el nivel de precisión de los pilotos de estos globos, que son capaces de posar la barquilla directamente sobre el remolque mientras que desde abajo con un par de cuerdas ayudan a llevar el globo a su posición y alejar la enorme tela de nylon para evitar que caiga sobre nuestras cabezas.
Mientras parte del personal extendía la tela para terminar de vaciar el poco aire caliente que aún quedaba en el interior, otros preparaban una mesa con champán, agua y zumos.
La actividad terminó con el piloto brindando con el resto de pasajeros y con la entrega de un certificado de vuelo con el que podemos probar que efectivamente sobrevivimos a un vuelo en globo sobre la Capadocia :)
Antes de montar en las furgonetas que nos devolverían al hotel, estuvimos haciendo alguna foto más y viendo cómo el resto de globos que aún quedaban en el aire se deslizaban sigilosamente entre las chimeneas de hadas de los valles cercanos en busca de un lugar en el que poner punto final a su vuelo.
En el siguiente mapa podéis ver el recorrido aproximado del vuelo y los lugares de despegue y aterrizaje:
Y para terminar, un vídeo que resume este vuelo en globo que se quedará grabado a fuego en mi memoria para siempre. Esta es una experiencia que nunca se olvida y que sin dudarlo un solo instante recomiendo a todos los que viajen a esta mágica región de la Capadocia.
Organiza tu vuelo en globo:
- Precio del vuelo: 100€
- Contratación del vuelo: en cualquier agencia de viajes de la zona, hoteles, estación de autobuses... Nosotros lo contratamos en Pamukkale junto con el Red Tour y el Green Tour
- Lugar de inicio del vuelo: te recogen en el hotel a las 4:30 de la madrugada
- Lugar de finalización del vuelo: a las afueras de la localidad de Göreme, pero te llevan de nuevo al hotel en una furgoneta a eso de las 7:30
- Horario del vuelo: de 5:30 a 6:45
- Duración del vuelo: 1:15 horas
- Importante: si las condiciones climatológicas son adversas (lluvia, mucho viento...) se suspenden todos los vuelos
- Podéis ampliar la información sobre los vuelos en globo en la capadocia en el foro de losviajeros.com
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