En una pequeña población de apenas 250 habitantes situada a 80 kilómetros al norte de Pamplona se encuentra un lugar plagado de leyendas y relatos que hablan de aquelarres, ritos de brujería y bacanales sin límite en esta región fronteriza con Francia.
Lo que no es una leyenda sino un lamentable episodio de nuestra historia, es que en 1610 la Santa Inquisición ordenó arrestar a un elevado número de vecinos de Zugarramurdi a los que se acusó de rituales satánicos y paganos así como de otros delitos de brujería. Seis de ellos fueron quemados vivos en la hoguera y el resto encarcelados, aunque muchos de ellos no volverían al ver la luz del sol porque acabaron muriendo en prisión a causa de las epidemias.
Una vista al pueblo de Zugarramurdi supone un viaje a la Edad Media Española, una época donde la superstición y la magia campaban a sus anchas en una zona de paisajes idílicos en los que todavía hoy resuenan historias de brujería que hacen volar nuestra imaginación. Bienvenidos a Zugarramurdi y cuidado con las brujas...
Para visitar las cuevas hay que dirigirse a las afueras del pueblo por la Calle de Beitikokarrika, dónde encontraremos la entrada a la "Sorginen Leizea" o Cueva de las brujas.
Tras pagar la entrada, cuyos precios actualizados los podéis encontrar en http://www.turismozugarramurdi.com/, nos adentramos en un frondoso bosque por el que transcurre parte de la conocida como ruta de los contrabandistas, que une Urdax y la localidad francesa de Sare y que fue utilizada durante años para "comerciar" clandestinamente con Francia productos como el tabaco o el alcohol.
Al final de un tramo de escaleras llegamos a la entrada oriental de la cueva principal...
...desde dónde se pueden apreciar perfectamente sus colosales dimensiones: 120 metros de longitud, 22 de ancho y hasta 12 metros de altura.
Un camino situado en la zona más alta de la cueva nos permite contemplarla desde las alturas, con la entrada por la que accedimos al fondo...
...y una salida bastante más estrecha situada al otro lado.
Cuando el camino termina se baja a la zona inferior de la cueva...
...para seguir el recorrido al otro lado de un pequeño puente que cruza sobre las aguas del arroyo Olabidea, también conocido como el Arroyo del Infierno o “Infernuko Erreka” (en euskera). Las aguas de este arroyo han sido las encargadas de moldear la roca caliza durante siglos, un proceso que ha dado lugar a la formación de cada una de las cavidades de esta impresionante cueva.
Al otro lado del puente y tras subir hasta un nuevo sendero de tierra situado a media altura en la pared de la cueva podemos echar un vistazo a toda esta cavidad desde un nuevo punto de vista...
...y contemplar la salida occidental, con tan solo 10 metros de ancho y que se pierde entre las sombras de un misterioso bosque que con toda seguridad ha sido testigo mudo de innumerables historias de aquelarres y que debió presenciar la brutal caza de brujas que tuvo lugar a principios del siglo XVII en esta región Navarra.
Después de atravesar de nuevo toda la cueva salimos a una zona de jardines en la que se puede dar un agradable paseo y que conduce a otras cuevas mucho más pequeñas pero igualmente interesantes. Desde allí se puede contemplar la enorme abertura en la roca que da acceso a la Cueva de las Brujas.
En las inmediaciones se puede caminar junto al arroyo Olabidea y disfrutar del frescor de sus aguas, aunque la verdad es que cuesta creer que este pequeño arroyo haya sido capaz de formar unas cuevas tan grandes, pero seguro que las copiosas lluvias que se dan en esta región hacen aumentar su caudal considerablemente haciendo que el arroyo se convierta en un auténtico torrente capaz de moldear la roca caliza.
A lo largo de todo el recorrido hay numerosos paneles informativos en los que encontramos algunas explicaciones tanto del origen de las cuevas como de los rituales que supuestamente realizaron las Brujas de Zugarramurdi a finales del siglo XVI y principios del XVII.
Una escalera situada a la salida de la cueva nos conduce hacia las galerías superiores, dónde se encuentra la Cueva del Aquelarre.
Aquí, en esta galería mucho más pequeña que la que acabamos de visitar es dónde se reunían las brujas para realizar todo tipo de celebraciones paganas, ritos satánicos y orgías.
Fuese o no verdad, en 1608 llegó a oídos de la Santa Inquisición que en aquel pequeño y perdido pueblo de Zugarramurdi estaban ocurriendo una serie de sucesos que se alejaban del "camino marcado" por la Santa Madre Iglesia, por lo que el tribunal inquisitorial de Logroño envió a uno de sus inquisidores al pueblo para averiguar lo que estaba pasando.
Las típicas rencillas entre vecinos a causa de herencias, tierras y otros asuntos cotidianos se convirtieron en un elevado número de denuncias por blasfemia, actos de canibalismo, acusaciones por brujería e incluso hubo vecinos que aseguraban haber presenciado orgías en las que participaba el propio diablo.
A pesar de no tener pruebas fehacientes y de aceptar testimonios basados en supersticiones y envidias, en Zugarramurdi se desató la caza de brujas más brutal de la historia de España.
Finalmente, los días 7 y 8 de noviembre de 1610 se celebró en Logroño un auto de Fe en el que fueron condenadas una cincuentena de personas acusadas de ejercer la brujería y participar en rituales satánicos.
Ante más de 30000 personas, 6 de los acusados fueron quemados vivos, y el resto salvaron la vida pero terminaron encarcelados al admitir los cargos de los que se les acusaba.
Después de visitar la Cueva del Aquelarre dimos por terminada la visita.
Además de estas cuevas, merece la pena pasear por Zugarramurdi y contemplar sus típicos caseríos, visitar el Museo de las Brujas y admirar otros lugares como la ermita de Nuestra Señora del Rosario y la iglesia de la Asunción, que data de 1784 y que fue parcialmente destruida por las tropas francesas a finales de ese mismo siglo.
A través del siguiente enlace a google maps podéis calcular la mejor ruta en coche para llegar hasta las Cuevas de Zugarramurdi. Sólo tenéis que escribir vuestro punto de partida en el recuadro situado en la parte superior izquierda:
Como llegar hasta las Cuevas de Zugarramurdi desde cualquier lugar
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