Sobre una colina rocosa situada a 52 kilómetros de Pamplona se yergue una fortaleza defensiva cuyas torres almenadas se recortan contra el horizonte de este valle navarro colindante con Aragón.
Si nos remontamos al siglo X se entiende perfectamente la necesidad de construir una torre de vigilancia fortificada en esta estratégica ubicación situada a escasa distancia de la frontera entre los antiguos reinos de Navarra y Aragón.
A esta primera torre de vigilancia, conocida como torre del homenaje o de San Miguel, se le fueron añadiendo nuevas estancias con el paso de los años. Entre ellas la residencia de los señores del castillo en la parte delantera, mientras que la trasera estaban situadas las bodegas, el granero y otras estancias de servicio.
El primer patio que nos encontramos nada más acceder está fuertemente protegido por una puerta defendida con matacanes y la Torre del Cristo, en cuyo interior alberga una pequeña capilla con un milagroso crucifijo gótico de nogal.
En la parte más interna de la fortaleza nos encontramos con la basílica neorrománica dedicada a San Francisco Javier, el patrón de Navarra y los misioneros...
...mientras que en el centro de todo el complejo sobresale la imponente torre del homenaje, desde donde hay unas magníficas vistas de todo el entorno y la explanada dónde cada año a primeros de marzo se celebra la Javierada, una peregrinación que se realiza desde mediados del siglo XX en honor a San Francisco de Javier, el santo que logró poner fin a una terrible epidemia de peste que asolaba toda la región.
Este es un lugar muy importante para los Jesuitas, ya que en este lugar nació y vivió San Francisco Javier, uno de los fundadores junto con San Ignacio de Loyola de la Compañía de Jesús. Para todos ellos, existe un centro de espiritualidad situado junto al castillo.
Actualmente el interior del castillo alberga un museo dedicado a la vida de San Francisco Javier en el que se muestran numerosos objetos que pertenecieron al santo, aunque también se pueden visitar algunas de las habitaciones en las que habitaron los nobles el castillo, así como otras estancias como las caballerizas, la capilla de San Miguel y una pequeña exposición sobre la historia de Navarra.
Independientemente de que hagáis o no la visita al castillo, merece la pena acercarse hasta aquí para contemplar una fortaleza medieval en perfecto estado de conservación...
...y la basílica anexa construida a finales del siglo XIX con su impresionante portada neorrománica en la que podemos leer los nombres de los diversos países en los que estuvo como misionero San Francisco Javier a lo largo de su vida.
Tenéis más información sobre el castillo, sus horarios de visita y el precio de la entrada en la web de Turismo de Navarra.
Podéis calcular la mejor ruta hasta el Castillo de Javier desde el siguiente enlace a google maps, dónde únicamente tendréis que escribir vuestro punto de partida en el recuadro marcado con una A en un círculo verde:
Como llegar hasta el Castillo de Javier desde cualquier lugar
2 comentarios:
En mi viaje a Javier se me cayó la cámara de fotos y se rompió. Me tuve que conformar con un par de fotos con el móvil que además era una patata. Bellas imágenes.
Un abrazo y buen finde
Menuda faena Katy! espero no quedarme sin cámara en ninguno de mis viajes porque estoy convencido de que me podría de muy mala leche y durante varias horas no disfrutaría en condiciones de lo que estuviese visitando.
Un saludo y feliz finde para ti también! ;)
Publicar un comentario
¿Quieres dejar un comentario?
Si tienes más datos relacionados con este artículo o quieres compartir tu propia experiencia, deja un comentario para que el resto de visitantes pueda leerlo.
Por favor, procura que tus comentarios no sean promocionales (spam o publicidad),ilegales u ofensivos, ya que de lo contrario serán eliminados.