En la parte este del Midtown Neoyorkino se encuentra otra de las joyas arquitectónicas de la ciudad, el Chrysler Building, un elegante rascacielos plateado de 319 metros.
Inaugurado en 1930, fue construido por la compañía Chrysler para albergar sus oficinas centrales, siendo durante 11 meses el edificio más alto del mundo, pero con la inauguración del Empire State perdió esta distinción.
El estilo del edificio es Art Decó, y para la ornamentación exterior se usaron como modelo los radiadores y tapacubos que utilizaban los automóviles Chrysler de la época.
Esta decoración destaca sobre todo en la parte superior del edificio, dónde están situadas unas réplicas con alas de las tapas de los radiadores de los automóviles Chrysler de 1929 en las esquinas del piso 31, mientras que un poco más arriba, en cada esquina del piso 61, hay repartidas 8 águilas de acero.
Los materiales utilizados para el recubrimiento de su fachada, crean reflejos espectaculares tanto al amanecer como al atardecer, cuando la luz del sol se refleja en sus paneles de acero.
Está situado en el cruce de la calle 42 y Lexington Avenue, y aunque no tiene una plataforma de observación cómo el Empire State, si que se permite acceder a su vestíbulo modernista que posee lujosos mármoles y granitos.
Además, en el techo hay un enorme mural en el que están representadas imágenes del progreso, los transportes y la energía.
Uno de los botones que había por el vestíbulo, se ofreció amablemente a hacernos una de las pocas fotografías en la que aparecemos todos los integrantes del grupo.
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