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Perú: descubriendo la ciudad blanca de Arequipa

En esta tercera jornada de mi viaje a Perú de 2013 llegamos hasta Arequipa, la ciudad que se convertiría en nuestro centro de operaciones durante los 3 días siguientes.
A lo largo del día nos adentramos por las calles de esta ciudad colonial, visitamos su mercado, organizamos un trekking y la visita al cañón del Colca pocos días después de que hubiese estado cerrado por culpa de los "temblorcitos" y subimos a los tejados de la Catedral, todo ello bajo la atenta mirada de su imponente volcán, el Misti.

Arequipa

Todo lo anterior junto con varias experiencias tanto buenas como malas con los taxis, una escapada al Mall para comprar la última moda peruana y una visita nocturna al aeropuerto de la ciudad es todo lo que podréis encontrar a continuación en el relato del tercer día de viaje a Perú:


Presupuesto del día (precios verano de 2013):

  • Taxi para 4 Estación de autobuses - Hotel Casa de Avila: 8 soles
  • Cambio 200€ a soles en casa de cambio: 710 soles
  • Excursión de 2 días al valle del Colca: 155 soles
  • Comida: 10,50 soles
  • Visita guiada a la catedral: 5 soles
  • Propina a la guía de la visita a la catedral: 10 soles (total 4 personas)
  • Taxi para 4 Arequipa - Aeropuerto(ida y vuelta): 40 soles

Total presupuesto para 1 persona: 185 soles (53€ aproximadamente)
Tasa de cambio utilizada: 1€=3,5 soles

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Si nosotros, que íbamos prácticamente tumbados y habíamos podido dormir en los cómodos asientos reclinables del autobús con el que hacíamos el recorrido Ica - Arequipa, empezábamos a estar hasta las narices de un viaje de casi 12 horas, los viajeros de la planta de arriba que lo hacían en unos asientos normales debían estar tirándose de los pelos y deseando llegar hasta Arequipa.

Cuando comenzó a amanecer, a eso de las 6 de la mañana "tan solo" nos quedaban por delante otras 3 horas de viaje, pero quizá estábamos siendo demasiado optimistas y no contábamos con que se podría producir algún imprevisto...que por supuesto terminó ocurriendo.

De repente mientras subíamos un puerto de montaña, se comenzaron a escuchar unos golpes secos y continuados en la parte baja del autobús. Parecía como si se hubiese enredado algo entre las ruedas, pero pronto nos dimos cuenta de lo que pasaba: habíamos pinchado.

La verdad es que no tardaron mucho en sustituir la enorme rueda, pero fue el tiempo justo y necesario para que la llegada a nuestro destino se retrasase 45 minutos más.

Al final y después de transitar un buen rato por los barrios periféricos de la ciudad, sobre las 10 de la mañana entramos en la estación de autobuses de Arequipa, la segunda ciudad más poblada del Perú con casi 900.000 habitantes.

Cuando fuimos a recoger las maletas nos dimos cuenta de que habíamos perdido las tarjetas con el identificador, así que se lo comunicamos al encargado de repartir el equipaje, que nos dijo que tendríamos que esperarnos hasta entregar la última maleta antes de atendernos. Y así fue.
La verdad es que esto es lo más lógico, porque por ejemplo en España el momento de recoger el equipaje en los autobuses es una auténtica batalla.
Tras algunas comprobaciones nos entregaron las maletas y la mochila de Bea, salimos a la puerta de la terminal y preguntamos precio a un taxista para que nos llevase a nuestro hotel.

15 soles. Esta fue la exagerada cantidad que nos pidió, pero como íbamos con la lección bien aprendida, sabíamos que el precio para este trayecto rondaba los 6 soles. Al final nos fuimos con otro taxista que solo nos cobró 8 soles, y es que por menos de 1€ a repartir entre los 4 no íbamos a ponernos a regatear con este segundo taxista.

Nada más cruzar la puerta de nuestro hotel, el Casa de Avila, nos dimos cuenta de que habíamos hecho una buena elección.
El personal de la recepción muy amable y atento, el proceso de registro de entrada fue rápido y en pocos minutos estábamos dejando las maletas en nuestras flamantes habitaciones. Bueno las habitaciones eran bastante normales pero limpias y en condiciones, todo un mundo de diferencia con el antro en el que habíamos dormido la primera noche. Además, el hotel contaba con un patio interior en el que había un jardín que invitaba a la relajación y el descanso, aunque al final la falta de tiempo nos impidió disfrutarlo.

Casa de Avila Arequipa

Antes de marcharnos, pedimos información al personal de recepción para visitar la ciudad mientras Jesús le contaba la odisea con su mochila a uno de los encargados del hotel.
Se tomaron mucho interés y realizaron varias llamadas al aeropuerto de Lima y las compañías aéreas involucradas, pero lamentablemente la mochila seguía en paradero desconocido.
Como pensábamos pasar el resto del día por la ciudad, dejamos el número de teléfono de Jesús en recepción para que le llamasen si había novedades a lo largo del día.

Comenzamos el recorrido por las calles del centro histórico de la Ciudad Blanca, el nombre por el que también es conocida Arequipa y que se ha ganado a pulso gracias a las numerosas y tradicionales construcciones de sillar, un tipo de roca volcánica de color blanco que podemos encontrar por toda esta zona.

Tras pasar por delante de casas, templos y conventos de la época colonial, hacemos la primera visita del día en el popular mercado de San Camilo.

Arequipa

El mercado de cualquier ciudad es el mejor lugar para poder observar a sus ciudadanos en el día a día, realizando sus compras rutinarias o haciendo un descanso en su jornada laboral para saciar el apetito.

Arequipa

Imprescindible pasear por sus coloridos pasillos de la fruta, dónde una explosión de color llamará nuestra atención mientras caminamos entre una gran variedad de frutas y hortalizas, muchas conocidas pero otras tantas totalmente novedosas para nosotros.

Arequipa

También nos sorprendió mucho la enorme variedad y tipos diferentes de papa (patatas) que vendían. ¡Increíble!

Arequipa

¿Y cómo no sentirse tentado por los más de 50 tipos de jugos (zumos) de frutas naturales y recién exprimidas que nos ofrecían a cada paso?

Arequipa

Al final acabamos cayendo en la tentación y compramos un bocadillo de chicharrones por 4,5 soles (1,3€ aprox.) para matar el gusanillo y engañar a nuestro estómago un rato más.
¡Menos mal que lo compramos y comimos antes de visitar otra sección del mercado repleta de vísceras, pezuñas y cabezas de vaca con la lengua fuera!

Arequipa

Tras este viaje culinario por el mercado de San Camilo nos dirigimos hacia la preciosa Plaza de Armas, aunque de camino nos topamos con una estampa a la que acabaríamos acostumbrándonos pero que la primera vez que la observas es realmente curiosa e inquietante, la silueta del emblemático volcán Misti que se yergue poderoso al final de cualquier calle o, como en este caso, tras los muros de la iglesia de la Compañía.

Arequipa

Esta iglesia es otro de los monumentos imprescindibles de la ciudad, ya que es uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura mestiza. En esta puerta lateral destaca la imagen del apóstol Santiago luchando contra los musulmanes.

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Aunque los primeros datos hablan de un templo construido en este lugar en el siglo XVI, un terremoto obligó a construir el templo que ha llegado hasta nuestros días y que fue diseñado específicamente para soportar los fuertes temblores que suelen darse en esta región de Perú cada cierto tiempo.
La fecha de construcción es la que aparece en una inscripción de la fachada principal, el año 1698.

Arequipa

Aquí destaca la portada típica del barroco peruano hecha a base de piedra labrada en la que encontramos numerosos detalles ornamentales propios de los templos cristianos de la península ibérica que conviven en perfecta armonía con otros elementos decorativos incaicos y preincaicos de gran calidad que nos mantuvieron embelesados durante un buen rato.

Arequipa

Ya en el interior de esta iglesia jesuita destacaría el retablo cubierto de pan de oro del altar mayor y una importante colección de lienzos realizados por la famosa escuela cusqueña de pintura.

Arequipa

Al salir de nuevo al exterior se pueden apreciar perfectamente los arcos de los soportales de la Plaza de Armas, situada a pocos metros tras el patio enrejado que tenemos delante.

Arequipa

Esta Plaza de Armas está considerada como la más bella de todo Perú, y razones no le faltan. En un breve paseo por sus soportales, que se caracterizan por sus arcos semicirculares y sus techos abovedados, o la zona ajardinada del interior, podemos descubrir una arquitectura en la que predomina de nuevo el sillar en cada uno de los edificios y monumentos que la rodean.

Arequipa

Arequipa

Antes de comer nos acercamos hasta la calle Jerusalén, dónde habíamos leído a través de foros y webs de viajes que habían muchas agencias con las que contratar las excursiones de 2 días al Cañón del Colca que nosotros queríamos hacer.

Pedimos precio en varias agencias y encontramos grandes diferencias entre unas y otras, aunque la excursión y el trekking eran prácticamente iguales en todos los casos.
Hubo sitios de los que desconfiamos desde el principio, y es que con tal de vender su "paquete al colca" nos querían meter por zonas que habían estado cerradas durante varias semanas a causa de un terremoto, zonas que no tenían claro que fuesen seguras o que ya estuviesen abiertas y acondicionadas para el paso de senderistas y vehículos.
En otra recuerdo que nos querían subir en el volquete de un camión durante 10 horas por caminos sin asfaltar, y encima el precio era prácticamente el mismo que en el resto de agencias. ¡Hay que preguntar y comparar en varias de estas agencias si no nos queremos llevar sorpresas!

Con los presupuestos de varias agencias en el bolsillo, nos acercamos hasta una comisaría de turismo en la que preguntamos si sabían cómo estaba la zona del cañón del colca, si estaba abierto, si se podían hacer excursiones sin problemas...
Nos comentaron que había estado cerrado y no se habían podido hacer excursiones durante 10 días por culpa de los desprendimientos y corrimientos de tierra que provocó un terremoto semanas atrás, pero que hacía 2 o 3 días habían empezado a salir de nuevo excursiones por la zona.
Cuando les preguntamos si era peligroso por los posibles deslizamientos o las réplicas del terremoto nos remitieron a dos calles de allí hasta la sede del organismo encargado de autorizar o denegar las excursiones por el Colca.

Cuando llegamos a la puerta nos encontramos con el edificio cerrado a cal y canto y un cartel en el que ponía que estaba cerrado "por feriado".

Con más dudas que cuando empezamos a buscar la excursión decidimos irnos a buscar un sitio para comer y debatir mientras tanto si hacíamos la excursión y trekking al Cañón del Colca o no.
En este momento eran casi las 15:00, teníamos que comer pero prácticamente habíamos gastado los soles que cambiamos el primer día en el aeropuerto, así que nuestra siguiente misión fue encontrar alguna casa de cambio.
En las cercanas calles de San José y San Juan de Dios encontramos varias, todas ellas con una tasa de cambio bastante aceptable y parecida a la oficial que habíamos visto en internet desde la wifi del hotel, pero aun así nos alejamos un poco de la zona más turística en busca de otras oficinas de cambio con mejores condiciones...pero tras mucho andar y no haber conseguido localizar más de 2 o 3 con una tasa de cambio prácticamente idéntica a las que estaban por el centro, decidimos volver hasta las primeras oficinas en las que preguntamos y cambiar 200€ cada uno, por los que recibimos 710 soles.

En el mismo establecimiento había una mesa con información sobre excursiones al Colca, así que aprovechamos mientras unos cambiaban para pedir información y presupuesto para el trekking y la excursión.
La chica que nos atendió fue muy agradable y nos contó las cosas claras, con sus pros y sus contras, así que guardamos su presupuesto y nos fuimos en busca de un lugar para comer.

Tras dar muchas vueltas por la plaza y descartar varios sitios que eran demasiado turísticos (y por consiguiente demasiado caros), nos metimos en una pollería que encontramos en una de las calles que salen de la Plaza de Armas, concretamente en la calle Puente Bolognesi.

Allí probamos el típico pollo a la brasa con patatas, muy similar al que se puede pedir en cualquier pollería española pero con ese toque especial que le da el comerlo en un local rodeado de arequipeños para los que nos convertimos en una atracción con la que acompañar su menú. El precio por medio pollo + patatas + ensalada y refresco: 10,5 soles (3€).

Mientras comíamos, pero sobre en la sobremesa, estuvimos comentando y decidiendo qué hacer con la excursión del Colca. Al final decidimos acercarnos a la última agencia visitada y contratar allí el trekking y la visita al Cañón del Colca.

La agencia en la que lo contratamos se llama Colcandina y está muy cerca de la Plaza de Armas.

El precio fue de 155 soles por persona (45€ aprox.) y nos incluía el transporte, guía, alojamiento, 2 desayunos, 1 comida y 1 cena. Aparte de esto, los extranjeros tenemos que pagar otros 70 soles para poder acceder al Cañón del Colca.
Tras pagar y con una copia del contrato en la mano, nos despedimos de la chica de la agencia, que nos comunica que a eso de las 3:00 am pasarán a buscarnos por nuestro hotel. ¡Ya empiezan los madrugones!

Desde aquí nos fuimos hasta la catedral, dónde nos informaron de que en pocos minutos podíamos hacer una visita guiada tanto por el interior de la misma como por sus tejados, así que mostramos nuestros carnets de estudiante para conseguir una reducción del 50% en el precio de la entrada, que se nos quedó en 5 soles en lugar de los 10 soles que cuesta la entrada normal.

Hay que dejar las mochilas en unas taquillas (gratuitas) dentro de la propia catedral, pero dejan llevar la cámara de fotos o vídeo, aunque creo recordar que en la zona de museo en la que se exponen numerosos objetos de arte sacro no estaba permitido grabar ni sacar fotografías.

La visita se realiza en grupos reducidos de unas 10 personas, y la guía que nos acompañó durante toda la visita se veía que estaba bien preparada, ya que daba muchos datos de todo lo que veíamos y a la vez contaba bastantes anécdotas relacionadas con la catedral y la ciudad de Arequipa. Una visita totalmente recomendable y muy barata.

Comienza en la primera planta de la catedral, dónde nos habla de que ha sufrido numerosas modificaciones desde el año de su construcción a mediados del siglo XVI a causa de algún incendio y los numerosos terremotos que asolan esta zona del país cada cierto tiempo. El estilo predominante es el neorrenacentista, y está construida completamente en sillar (piedra volcánica) como la mayoría de edificaciones de esa época.

Uno de los primeros elementos que nos encontramos es un enorme órgano de origen Belga que según nos cuenta es de los más grandes de Sudamérica.

Arequipa

Desde aquí, se puede contemplar toda la nave central y la diferencia con las grandes catedrales europeas, que suelen duplicar o incluso triplicar la altura de ésta.

Arequipa

La visita continúa por varias salas en las que se pueden contemplar diversas piezas de orfebrería religiosa, ornamentos litúrgicos y pinturas del pintor peruano Francisco Laso.

A continuación se accede al campanario de la catedral y su cubierta, desde dónde se puede contemplar una vista asombrosa de la Plaza de Armas...

Arequipa

...el Misti...

Arequipa

...o los otros volcanes que rodean la ciudad, como por ejemplo el Chachani o el Pichu pichu.

Arequipa

Particularmente, esta fue la parte de la visita que más me gustó, porque contemplar la ciudad de Arequipa desde uno de los puntos más altos de la misma, la Plaza de Armas a vista de pájaro y la amenazante montaña solitaria del grandioso volcán Misti, es uno de los mejores recuerdos que tengo de esta maravillosa ciudad colonial.

Después de las últimas explicaciones volvimos a las taquillas, dónde nos despedimos de la guía agradeciéndole la manera de realizar la visita guiada con una propina de 10 soles.
Accedemos a la Catedral para ver con más calma su interior y hacer algunas fotos a los elementos más representativos, como por ejemplo el órgano...

Arequipa

...el altar mayor hecho con mármol de Carrara...

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...o el púlpito tallado en de madera de encina por el artista francés Buisine Rigot.

Arequipa

Por la tarde teníamos pensado acercarnos hasta el Puente Grau y alguno de los miradores situados en las cercanías, pero ya era tarde y estaba anocheciendo.
También teníamos pendiente la visita al Museo Santuarios Andinos para ver la famosa Momia Juanita, pero faltaban pocos minutos para las 18:00, hora a la que cierra este museo, así que sólo nos quedaba la opción de volver a pasear por el casco antiguo de la ciudad blanca de Arequipa...o volver al hotel y preguntar algún sitio en el que Jesús pudiese comprar alguna ropa con la que suplir a la que había "perdido" al no haberle llegado su mochila.

Nos mostraron varios Mall (centros comerciales) en el mapa, así que elegimos uno de ellos y cogimos un taxi para que nos llevase hasta allí. El tráfico era infernal, así que nuestro taxista, un tipo muy serio que hasta ese momento no había abierto la boca, nos dijo que nos iba a meter por un atajo para evitar todo el atasco.
Comenzó a callejear por zonas casi a oscuras, sin gente, sin coches y con no muy buena pinta, el caldo de cultivo perfecto para los atracos sobre los que tanto habíamos leído en la Lonely Planet y algunos foros de internet.
Tras 10 minutos de incertidumbre en los que estábamos en alerta permanente ante cualquier posible gesto sospechoso de nuestro taxista, salimos a uno de los laterales del inmenso centro comercial Real Plaza. ¡Menudo susto! Cuando le comentamos al taxista que por menudas calles nos había metido sonrió, pero no dijo nada más.

Durante las dos horas siguientes estuvimos buscando todo tipo de ropa para Bea y Jesús en tiendas con una moda un tanto peculiar y diferente a la que nosotros estamos acostumbrados.
La vuelta al hotel fue más rápida y con menos tensión que la ida, y además, nada más llegar nos encontramos con una buena noticia.

Al pedir las llaves de nuestras habitaciones le dijeron a Jesús que habían llamado del aeropuerto de Arequipa para que se pasase por allí porque su mochila había aparecido. ¡Milagro, por fin Bea y Jesús habían recuperado la mitad de su ropa! Menos mal que fueron precavidos y mezclaron la ropa de los dos en ambas mochilas...

Acto seguido pedimos al hotel que llamase a un taxi para ir al aeropuerto, y 10 minutos más tarde ya estábamos en camino para el ansiado reencuentro de Jesús con su mochila.
El conductor de este taxi era todo lo contrario al que nos llevó hasta el Mall, no paraba de hablar, de reír y de contarnos todo tipo de anécdotas y curiosidades sobre Arequipa y el país.
Como sucede en cualquier lugar del mundo, el fútbol se convirtió en el tema perfecto para mantener una charla fluida en la que el taxista nos contó cómo vivieron en Perú la victoria de la madre patria España en el mundial de 2010, las penurias que estaba pasando la selección Peruana para clasificarse de cara al mundial de Brasil 2014 y la pasión con la que siguen los partidos de fútbol, tanto de la liga nacional como los clásicos Madrid-Barça.

Con él descubrimos la expresión "loco calato", que viene a ser algo parecido a un fiestón o juerga desenfrenada, y aprendimos a diferenciar los "taxis buenos" de los taxis piratas. Básicamente se trata de elegir los que tengan la mejor apariencia externa y estén en mejores condiciones e intentar cogerlos en zonas turísticas como por ejemplo la Plaza de Armas. Nosotros utilizamos los de Imperial y Taxitel y no tuvimos ningún problema.

Ya en el aeropuerto dijimos al taxista que nos esperase, porque allí no había ni un alma ni otro taxi con el que volver hasta la ciudad.
Entramos en la única terminal, que no tendría más de 100 metros de largo por 50 de ancho, así que no nos costó mucho encontrar el mostrador de objetos perdidos. En 5 minutos estábamos de vuelta en el coche y Jesús con una sonrisa de oreja a oreja.

El camino de vuelta fue igual de animado que a la ida, pero esta vez la conversación giró en torno a algunos aspectos más personales de nuestro vivaz taxista y su familia.
El trayecto de ida y vuelta del hotel al aeropuerto nos salió por 40 soles (11€ aprox.)

A continuación nos fuimos andando hacia el centro para cenar y ver los principales monumentos del casco antiguo iluminados, pero a eso de las 22:00 ya estábamos de vuelta en el hotel para darnos la primera ducha en 3 días y echarnos a dormir, porque en poco más de 4 horas partiríamos hacia el cañón más profundo del mundo para realizar nuestro primer trekking por tierras peruanas. El Cañón del Colca nos espera...


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