Lugar de peregrinaje para los creyentes y destino turístico al norte de Jordania, Betania es un enclave cargado de misticismo e historia situado en Tierra Santa en el que tuvo lugar uno de los acontecimientos bíblicos más importantes.
Apenas 8 kilómetros nos separan de Jericó y 20 Km. de Jerusalén y Belén, el auténtico epicentro de todos los acontecimientos relatados tanto en el Nuevo Testamento como en el Antiguo Testamento.
No hay que confundir a la Betania del Jordán con la aldea de Betania que estaba situada cerca del Monte de los Olivos a las afueras de Jerusalén, dónde vivía Lázaro junto a sus hermanas Marta y María.
No es posible realizar la visita al lugar del bautismo por nuestra cuenta, así que tras pagar la entrada hay que esperar a que se llene un minibús que nos acercará hasta las inmediaciones del lugar en el que empieza la visita guiada y que en nuestro caso fue en inglés.
No sé si se podrá solicitar un guía en castellano, pero si es un grupo grande de hispanohablantes, me imagino que no habrá problema. De todas formas, en su web oficial pone que se incluye una audioguía con la entrada, y uno de los idiomas que se puede elegir es el castellano.
Desde el lugar en el que nos deja el autobús hay una caminata de 10 minutos por una serie de caminos de tierra y pasarelas de madera que conducen hasta una zona de excavaciones arqueológicas con varios miradores y paneles informativos en los que se hace una pequeña reseña histórica del lugar y que también explican el significado de los restos encontrados.
El más importante de todos es una piscina bautismal con forma de cruz que marca el lugar exacto en el que se piensa que Jesús fue bautizado. Hoy en día este ramal del río Jordán está seco, no sé si para poder seguir con las excavaciones o porque directamente el río lleva mucho menos caudal que hace 2000 años. La gran escalinata de mármol que antaño se sumergía en el agua data del siglo VI.
Se piensa que Juan el Bautista vivía en una cueva situada junto a este punto y que por eso eligió este lugar para sus bautismos. Siglos después, el emperador Anastasio (491-518 d.C.) ordenó construir una iglesia bizantina en el lugar dónde estaba ubicada la cueva, pero actualmente sólo se conservan los cimientos y algunos mosaicos.
Según nos contó el guía, muchos de los fieles que descendían la escalinata de mármol para bautizarse en el mismo lugar en el que lo hizo Jesús grababan una cruz en la base de alguno de los cuatro pilares, así que si nos fijamos bien, podremos ver algunas de ellas.
Todo este recinto se abrió al público en el año 2000, asistiendo a la inauguración el papa Juan Pablo II tal y como atestigua un mosaico conmemorativo situado junto a la piscina bautismal cruciforme.
Actualmente no se realizan bautismos en este lugar, pero en el camino que conduce del lugar del bautismo al cauce actual del río Jordán pudimos ver varias pilas bautismales...
...para los que no quieran realizar una inmersión completa en las aguas del río.
Hay que recordar que el río Jordán es la frontera natural entre Jordania e Israel, por lo que en este punto, sólo 20 metros de agua nos separan del estado de Israel.
Llama mucho la atención la enorme diferencia existente entre la humilde infraestructura del lado Jordano y el ostentoso complejo de edificios de la orilla Israelí. Del lado Jordano, una especie de muelle cubierto hecho a base de madera que cuenta con una pila bautismal, y unos cuantos escalones de madera conducen hasta las aguas del Jordán...
...mientras que enfrente, un gigantesco complejo de edificios con suntuosas escaleras y gran cantidad de palmeras hacen la misma función que la austera estructura de madera del lado Jordano.
También es notable la presencia militar en el lado Israelí, dónde pudimos contar más de 4 soldados fuertemente armados, mientras que la orilla Jordana estaba protegida por un único militar, o al menos nosotros no vimos ninguno más.
De vuelta al minibús desandamos parte del camino y pasamos muy cerca de una iglesia ortodoxa de reciente construcción antes de tomar un nuevo camino que, a través de senderos de tierra y pasarelas de madera, nos permitió salvar varias ramificaciones del Jordán y una zona plagada de cañas.
El lugar del bautismo y el actual cauce del río acondicionado para los bautismos son los dos puntos más importantes de Betania pero no los únicos, ya que repartidos por este enorme complejo se pueden visitar los cimientos de otras iglesias bizantinas, la Colina de Elías, cavernas en las que habitaron ermitaños o incluso una gran piscina de 25x15 en la que se realizaron bautismos colectivos durante el periodo Bizantino. También existen casi una decena de iglesias repartidas por un paraje cercano y que dan servicio a la mayoría de variantes del Cristianismo. Entre ellas podemos encontrar a la iglesia baptista, asiria, anglicana, copta, armenia y católica.
Seas creyente o no, la visita a Betania de Transjordania es una excelente manera de conocer uno de los enclaves bíblicos en los que se desarrollan algunos de los hechos que más han influido en la historia de la humanidad.
Organiza tu visita:
- Horario de verano: abre todos los días de 8:00 a 18:00 (última entrada a las 17:00)
- Horario de invierno: abre todos los días de 8:00 a 16:00 (última entrada a las 15:00)
- Duración del recorrido: 1 hora
- Entrada a Betania de Transjordania (año 2014): 12 JOD (15€ aprox.)
- Cómo llegar: Existen excursiones desde Amman, Madaba o incluso el Mar Muerto, pero lo más interesante (y económico) es compaginar esta visita con la de Jerash, el castillo de Ajlun y el Mar Muerto aprovechando el taxi o el coche de alquiler (con o sin conductor) que hayamos contratado. En el siguiente enlace podéis encontrar la ubicación exacta para llegar hasta allí en coche, pero no hay pérdida porque encontraréis indicaciones en la carretera justo a la entrada: Lugar del Bautismo de Jesucristo - (Betania más allá del Jordán)
- Más información: www.baptismsite.com
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