Pontevedra es la capital de una de las 4 provincias de la comunidad autónoma de Galicia, y su excelente situación en una de las famosas rías de esta parte de la costa gallega junto a un cuidado casco histórico hacen de su visita una de las imprescindibles en nuestra visita a la zona de las Rías Baixas.
Comenzamos en la Praza da Ferrería (Plaza de la Herrería), una de las más famosas y visitadas de la ciudad al situarse en el mismísimo centro de Pontevedra.
Entre los edificios más importantes destacaría el convento de San Francisco, construido entre los siglos XIV y XV y fácilmente reconocible por el enorme rosetón situado sobre la entrada principal de la iglesia de San Francisco.
En el interior, bastante oscuro cuando yo la visité, destacan las vidrieras situadas en el ábside gótico tras el altar mayor y varios sepulcros medievales situados a ambos lados de la entrada al presbiterio.
Al dirigirnos hacia la salida, podemos ver cómo entra la luz a través del rosetón y la puerta.
Al estar situada en alto, desde su puerta principal tenemos una buena perspectiva de toda la plaza, en la que sin duda destaca la fuente de la herrería situada en medio de los jardines de Castro Sampedro.
Además de numerosas tiendas o terrazas en las que sentarnos a tomarnos algo, hay otros lugares interesantes para visitar como por ejemplo la Casa de las Caras, que os llamará la atención por la cantidad de caras esculpidas que tiene su fachada.
A escasos metros de aquí hacemos una parada en la espectacular Iglesia de la Peregrina, patrona de la provincia de Pontevedra y del Camino de Santiago en su vertiente portuguesa.
Es un templo con una fachada de estilo barroco semicircular muy distinta a lo que estamos acostumbrados a ver y que llama mucho la atención a todo aquel que se acerca a verla.
Una vez en su interior, podemos ver una imagen de la Virgen Peregrina ubicada en un retablo de estilo neoclásico.
Como curiosidad os recomiendo que os acerquéis a la pila de agua bendita con forma de concha marina gigantesca, seguro que os sorprenderá.
Volviendo a la plaza de la herrería, la abandonamos por la Calle de la Pasantería, dónde pronto nos encontramos con el Museo de Pontevedra, en el que podemos visitar de manera gratuita diversas colecciones de temáticas tan diversas como arqueología, bibliografía o artes decorativas. En su página web oficial podéis encontrar mas información sobre sus colecciones, horarios... http://www.museo.depo.es
A escasos metros se encuentra la Plaza de la Leña, en la que destaca un cruceiro del siglo XV y que siempre está a rebosar de gente gracias a los numerosos restaurantes y bares de tapas que podemos encontrarnos en esta misma plaza y en sus calles aledañas.
Desde aquí nos dirigimos a la cercana Plaza de la verdura, dónde antiguamente se vendían verduras, castañas y frutas, pero que en la actualidad está llena de bares de tapas.
Desde aquí empezaremos a callejear entre casas palaciegas, soportales, galerías y balcones adornados con flores por la calle del Sarmiento primero y la rúa de Isabel II después.
Por esta calle llegaremos hasta la plaza de Méndez Nuñez, coloquialmente conocida como plaza de las cinco calles, llamada así por que en ella desembocan cinco de las principales calles del casco histórico, aunque realmente es conocida porque allí se encuentra la casa en la que vivió durante un tiempo el famoso escritor Valle Inclán.
En el centro podemos ver uno de los mayores cruceiros de la ciudad, y a escasos metros podemos alojarnos en el Parador de Turismo de Pontevedra.
Si continuamos de frente por la rúa de Isabel II en pocos minutos llegaremos hasta la Basílica de Santa María la Mayor, una iglesia de estilo gótico y renacentista en la que destaca su fachada plateresca en la que se representa la dormición de la virgen.
Una vez dentro descubriremos tres naves separadas por ocho columnas ricamente decoradas que soportan el peso de las bóvedas de crucería, aunque sus dos atractivos principales son la escultura del Cristo del Buen Viaje y el retablo del altar mayor que data de finales del siglo XIX y que está hecho de madera de castaño y nogal.
Tras visitar la basílica seguimos por la calle peatonal de Santa María, desde dónde podemos echarle un último vistazo antes de seguir hacia la Alameda del Arquitecto Sesmeros.
En esta zona verde podemos localizar algunos de los edificios más emblemáticos de Pontevedra, como por ejemplo el edificio de la Diputación Provincial, el de la Delegación de Educación o el ayuntamiento (casa consistorial).
Mención aparte merecen las ruinas de Santo Domingo, los únicos restos que se conservan de un templo que se empezó a construir en el siglo XII por la orden de los dominicos pero que quedó paralizado durante varios siglos.
En el siglo XVIII se retomó la reconstrucción en estilo neoclásico pero tampoco se finalizó.
Al estar inacabado, hoy podemos visitar lo más parecido al esqueleto de una catedral en construcción de la que se conservan la cabecera de cinco ábsides, parte del muro sur y la entrada al convento de Santo Domingo.
Con esto damos por concluido nuestro recorrido por el casco histórico de Pontevedra, que podemos ampliar visitando el Ponte do Burgo, el convento de Santa Clara, el teatro principal, la plaza de toros o un edificio más moderno como es el palacio de Congresos y Exposiciones de Pontevedra.
2 comentarios:
Excelente trabajo ; muy útil.
Me alegro que la información de este artículo te haya sido útil Oswaldo. Un saludo!
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