Castillo de Ajlun

Al norte de Jordania, muy cerca de la frontera con Siria e Israel y a escasos 35 kilómetros de Jerash se encuentra la reserva natural de Ajlun, que cuenta con una gran diversidad de fauna y flora protegidas en la zona más verde y fértil de todo el país.

Es en este enclave estratégico dónde, sobre una colina situada a las afueras de Ajlun (o Ajloun), se erigen los restos del castillo ayubí que fue construido por uno de los generales de Saladino a finales del siglo XII para contener a los cruzados, controlar las minas de hierro de la zona y vigilar las principales rutas comerciales que conducían al valle del Jordán.

Esta fortaleza conocida antiguamente como Qal'at Ar-Rabad fue construida por Izz al-Din Usama, un comandante y sobrino del gran Saladino entre los años 1184 y 1185. La elección de esta ubicación no fue casual, y es que desde esta posición se podía vigilar la entrada norte al valle del Jordán y otros valles cercanos por los que discurrían las tres principales rutas comerciales entre Jordania y Siria.

Como os comentaba anteriormente también sirvió de protección a unas minas de hierro de la región, pero sin lugar a dudas, la importancia de éste castillo llegó con las cruzadas, ya que se convirtió en un punto defensivo estratégico para la contención de las tropas de los cruzados.

Originalmente contaba con cuatro torres y un amplio y profundo foso de 16 metros de ancho y 12 de profundidad, pero con el paso del tiempo sufrió numerosas ampliaciones y remodelaciones.
A lo largo de los siglos ha sufrido numerosos asedios y algún que otro terremoto, siendo los más graves los de 1837 y 1927, por lo que sorprende el buen estado de conservación de esta fortaleza que sigue inmersa en un continuo proceso de restauración que la haga recuperar el aspecto de antaño.

Para acceder al interior hay que atravesar un pequeño puente de madera que nos permite cruzar sobre el foso hasta el otro lado...

...dónde comenzamos la visita subiendo una escalera que se interna en las entrañas de Qal'at Ar-Rabad.

A partir de aquí empezamos a visitar las distintas estancias del castillo, y es que precisamente en el interior es dónde son más evidentes los trabajos de restauración llevados a cabo.
Un laberinto de pasillos, escaleras y corredores iluminados nos irán conduciendo a las habitaciones y salones...

...que se distribuyen en varias plantas unidas entre sí por una escalinata central que nos servirá para orientarnos y seguir ascendiendo hacia las estancias superiores.

A lo largo del recorrido veremos los vestigios de algunos mosaicos bastante deteriorados...

...y salones que a pesar de estar vacíos, conservan un cierto halo de majestuosidad.

Finalizamos la visita en lo más alto, desde dónde se puede contemplar una magnífica panorámica del valle del Jordán, el pueblo de Ajlun y un sorprendente paisaje con campos plagados de olivos y pinares que llegan hasta dónde alcanza la vista.

Antes de dar por finalizada la visita os recomiendo dedicar unos minutos al pequeño museo situado junto a la puerta de entrada, dónde podréis ver algunos de los utensilios y vasijas encontrados durante las labores de reconstrucción.


Organiza tu visita:

• Horario de verano: abre todos los días de 8:00 a 19:00
• Horario de invierno: abre todos los días de 8:00 a 17:00
• Duración del recorrido: 1 hora
• Entrada al Castillo de Ajlun (año 2014): 1 JOD (1,25€ aprox.)
• Cómo llegar: Esta visita se suele compaginar con la de Jerash y Betania o el Mar Muerto, así que se aprovecha el taxi o el coche de alquiler (con o sin conductor) que hayamos contratado. Si optamos por transporte público, hay autobuses que salen desde la estación de Tabarbour en Amman. Se tarda 1:15 desde Amman o 40 minutos desde Jerash