PhotoViajeros - Los relatos de mis Viajes, Rutas y Escapadas: Este soy yo

Este soy yo

Hola, mi nombre es Eduardo Quiroga Gómez y soy el culpable de que photoviajeros viese la luz allá por diciembre de 2008.
Soy un madrileño de la generación de naranjito que actualmente vive y trabaja en Madrid, aunque en cuanto puedo me escapo de la gran ciudad en busca de nuevos lugares que descubrir.
Desde pequeño he tenido la suerte de poder viajar y conocer bastantes lugares de España junto a mis padres, pero desde hace unos años he tenido la oportunidad de ampliar horizontes y viajar a países con los que hasta hace muy poco sólo podía soñar.

Este virus viajero me ha acompañado desde siempre, pero ahora se ha hecho más fuerte y me impulsa a conocer nuevos lugares, gentes y culturas de las que siempre intento aprender algo que aplicar en mi día a día.
Cada nuevo viaje me hace entender un poco mejor el mundo en el que vivimos, pero sobre todo, me ayuda a derribar los absurdos muros y prejuicios sobre otras culturas creados con no sé qué propósito.
Para mí, viajar es la mejor inversión emocional que puedo realizar, y es que siempre vuelvo con la mochila llena de experiencias y sensaciones que me hacen recargar las pilas y afrontar la vida con más optimismo y alegría.

Todas estas aventuras y desventuras en mis viajes por el mundo y la mayoría de las rutas y escapadas por España de los últimos años dan forma a Photoviajeros, un blog cuyo nombre está formado por dos de mis grandes pasiones: la fotografía y los viajes.

¿Y cómo surgió la idea de poner en marcha el blog?

Pues fue en diciembre de 2008 pocos días después de volver de un viaje a Nueva York, el primer viaje que organizaba por mi cuenta junto a mis amigos y que había estado preparando durante semanas buscando información sobre alojamientos, lugares para ver, sitios para comer... por decenas de foros, blogs y webs de viajes, y fue en ese preciso instante cuando decidí crear un blog personal en el que yo mismo intentaría ayudar a otros viajeros a organizar por su cuenta sus viajes contando como lo había hecho yo, y a la vez también me serviría para compartir mi viaje, mis experiencias y mis fotografías con amigos y familiares e incluso para yo mismo recordar anécdotas que con el paso del tiempo se van olvidando.

Para terminar esta presentación, quiero compartir con vosotros dos textos que para mí significan mucho:

El primero de ellos lo encontré en una placa dentro de la sede de la ONU en Nueva York.
En ella podemos leer comentarios en varios idiomas de los astronautas que han tenido la enorme suerte de contemplar nuestro planeta desde el espacio.
A todos ellos esta experiencia les ha hecho cambiar su visión de nuestro mundo, y el sentimiento general es que desde el espacio las fronteras políticas desaparecen, haciendo que todos pertenezcamos a un mismo pueblo que debe cuidar la tierra e intentar alterar lo menos posible el frágil equilibrio que nos mantiene a todos con vida. Debemos ser capaces de administrar sus recursos y cuidar todos juntos de ella de manera que las generaciones futuras puedan disfrutarla tal y como hemos hecho nosotros mismos.

Esta es la frase que aparece en español:
Para aquellos que han visto la Tierra desde el espacio, y para los cientos y tal vez miles de personas más que la verán, la experiencia cambiará sin duda alguna su visión del mundo. Lo que compartimos en este planeta es mucho más valioso que lo que nos separa.
El segundo texto es un poema muy conocido del poeta griego Constantino Cavafis llamado "Ítaca".
Este poema es una metáfora del viaje de la vida y en él nos invita a disfrutarla despacio sabiendo aprovechar los placeres que nos ponga en el camino pero dejando tiempo para llenarnos de sabiduría y experiencia.

Este texto aplicado a los viajes viene a decir que aproveches cada minuto del mismo, que disfrutes de los placeres de cada destino pero que también intentes enriquecerte con la cultura de los pueblos que visitas a la vez que acumulas el mayor número de experiencias posibles, porque una vez haya terminado el viaje, esas experiencias y momentos compartidos permanecerán grabados a fuego para siempre en tu memoria y serán la mejor prueba de que el viaje ha merecido la pena.
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca 
pide que el camino sea largo, 
lleno de aventuras, lleno de experiencias. 
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al colérico Poseidón, 
seres tales jamás hallarás en tu camino, 
si tu pensar es elevado, si selecta 
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. 
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al salvaje Poseidón encontrarás, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo. 
Que muchas sean las mañanas de verano 
en que lleno de placer y alegría
entres a puertos nunca vistos:
detente en los mercados fenicios,
y hazte con hermosas mercancías, 
nácar y coral, ámbar y ébano 
y toda suerte de perfumes sensuales, 
todos los perfumes sensuales que puedas. 
Visita muchas ciudades egipcias
para aprender más y más de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente. 
Llegar allí es tu destino. 
Mas no apresures nunca el viaje. 
Mejor que dure muchos años 
y atracar, viejo ya, en la isla, 
enriquecido de cuanto ganaste en el camino 
sin esperar que Ítaca te dé riquezas.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje. 
Sin ella no habrías emprendido el camino. 
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado. 
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, 
ya habrás comprendido qué significan las Ítacas.
mi destino es el horizonte de un mundo entero por descubrir....