Ruta circular a las Hoces del Duratón

Datos de la Ruta:

Señalización: senderos, caminos rurales, carretera.
Longitud: 16,6 Km.
Duración: 5:30 horas (incluyendo varias paradas)
Ruta circular: Sí
Salida: Iglesia de nuestra señora Virgen de la Peña (Sepúlveda)
Llegada: Iglesia de nuestra señora Virgen de la Peña (Sepúlveda)
Altitud mínima: 910 metros
Altitud máxima: 1.078 metros
Grado de dificultad: Bajo
Descripción: Ruta circular que comienza junto a la Iglesia de nuestra señora Virgen de la Peña en Sepúlveda, concretamente en el mirador de la Plaza del Castrón. Desde allí iremos atravesando Sepúlveda de norte a sur hasta que abandonaremos esta población para encaminarnos a la senda que recorre toda la hoz formada por el río Duratón. Saldremos de la hoz a la altura del pueblo de Villar de Sobrepeña para, a continuación, afrontar la última parte del recorrido por caminos rurales que discurren paralelos a la hoz de río y que nos permitirán contemplarla desde otro punto de vista diferente. Para terminar, recorreremos la parte de la hoz que bordea Sepúlveda y regresaremos a su casco urbano a través de la Puerta de la Fuerza, uno de los pocos vestigios que quedan de la antigua ciudad amurallada.
Importante: del 1 de Enero al 31 de Julio es necesario pedir permiso para realizar parte del trazado de esta ruta, ya que es periodo de cría de rapaces. Al final del artículo encontraréis toda la información necesaria para solicitar la autorización.

Comenzamos la ruta en la parte más alta del pueblo de Sepúlveda, dónde está situada la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña y en una zona en la que podemos encontrar aparcamiento para dejar nuestro vehículo.

Podéis calcular la mejor ruta para llegar hasta aquí en coche a través del siguiente enlace a google maps, dónde solo tendréis que escribir la dirección de origen en el recuadro situado en la parte superior izquierda de la pantalla:

Como llegar hasta Sepúlveda desde cualquier lugar

Nos adentramos en Sepúlveda a través de las calles Comandante Cristóbal, Santos Justo y Pastor y por último, la calle Barbacana, dónde se conserva un tramo de su muralla datada en el siglo X. Por ellas llegaremos hasta la Plaza de España, un espacio que antiguamente se encontraba extramuros y en el que se celebraban los mercados, las fiestas populares y las corridas de toros. En el edificio más significativo de esta plaza se encuentra la oficina de turismo, dónde podréis conseguir información acerca de esta villa medieval y las rutas que se pueden realizar por las hoces del río Duratón.

Abandonamos la plaza mayor y continuamos la ruta por la calle de los Fueros, una calle que podríamos considerar como un mirador desde el que se puede contemplar una excelente vista panorámica de Sepúlveda y sus alrededores.

Seguimos por esta calle hasta que veamos el hito kilométrico que marca el kilómetro 67 de la carretera SG-232. En ese punto, nos desviamos por la calle del barrio Nuevo, que desciende paralela a la carretera por su izquierda, y la seguimos hasta el final, donde encontraremos una escalinata que nos conducirá hasta el puente de Palmarejos que cruza sobre el río Castilla.

Cruzamos el puente con precaución y seguimos caminando paralelos a la carretera hasta llegar a una rotonda en la que una señal nos indica el camino al río Duratón. La pista forestal nos conducirá en apenas 10 minutos hasta los restos del puente de Talcano, otro vestigio del pasado romano de Sepúlveda del que tan sólo se conservan los cimientos de este pequeño puente de un arco.

Respetad los carteles y no crucéis sobre el puente, ya que su avanzado estado de deterioro podría provocar que se derrumbase ante cualquier peso. Unos metros después existe otro puente más moderno por el que podremos cruzar sin problemas al otro lado del Duratón.

Allí comienzan dos sendas, una más corta que recorre la hoz en los alrededores de Sepúlveda y que recibe el nombre de "Senda de los dos ríos", y otra que une este punto con el puente de Villaseca.

En nuestro caso seguimos las indicaciones a esta última senda, aunque no llegaremos a recorrer en su totalidad los 10 kilómetros de este camino, ya que nos desviaremos aproximadamente a la mitad cuando lleguemos al puente del Villar.

Comenzamos a recorrer la hoz del río Duratón, un cañón que va de los 50 a los 100 metros de profundidad y que se ha ido formando a lo largo de millones de años por el discurrir de unas aguas que han ido erosionando el terreno calizo sobre el que ahora caminamos.
En su interior se ha creado un microclima más suave y húmedo que en la zona superior del desfiladero, lo que permite que la vegetación se mantenga verde durante todo el año. Esto a su vez, ha propiciado la aparición de diversos ecosistemas en los que podemos encontrar una rica diversidad de fauna y flora que fueron determinantes a la hora de obtener el título de Parque Natural en 1989.

Mientras caminamos, en las paredes de sus cortados rocosos no es difícil contemplar las buitreras de la que está considerada como la mayor colonia de buitres leonados de todo el continente Europeo. Junto a ellos, búhos reales, alimoches, águilas reales y Halcones peregrinos comparten el espacio aéreo de este auténtico paraíso de los ornitólogos.

En algunos puntos la hoz se abre dejando a la vista el páramo que ocupa la zona superior del valle, lo que nos permite comprobar las más que evidentes diferencias existentes entre el fondo del cañón y el resto del Parque Natural.

La belleza paisajística es otro de los alicientes de esta ruta en la que se mezclan paisajes de frondosa vegetación con las caprichosas formas que el curso del río ha moldeado en las rocas.

Durante la primera parte de la ruta iremos caminando junto al río Duratón...

...que serpentea a nuestra izquierda atravesando un bosque de ribera compuesto por sauces, chopos y alisos...

...que en las zonas más angostas de la garganta crecen esbeltos hacia el cielo en busca de los rayos del sol.

Este tramo no tiene pérdida, pero tardaréis más o menos tiempo en recorrerlo dependiendo del número de paradas que hagáis para contemplar el majestuoso e hipnótico vuelo de los grupos de buitres leonados que os sobrevolarán durante todo el camino.

Además, apostados en el borde de los cortados o en los huecos de las paredes rocosas podréis ver más de cerca algunas de estas aves rapaces, las de mayor envergadura de la Península Ibérica, fácilmente reconocibles por su cuello blanco y los tonos ocres de su plumaje.

En toda esta zona es muy importante no salirse del trazado del camino, y es que no debemos olvidar que estamos es un área protegida dónde hay que intentar alterar lo menos posible el entorno natural para no provocar daños en la fauna y flora del Parque Natural.

Tras un agradable paseo junto al río nos encontraremos con esta señal situada junto al Puente del Villar.

Llegados a este punto habremos recorrido casi la mitad de la ruta y llega el momento de abandonar el frescor de la hoz para emprender la segunda parte de la ruta.
Para ello, cruzamos al otro lado del río y caminamos unos 100 metros hacia la izquierda hasta encontrarnos con esta salida natural del cañón formada por el barranco del arroyo Valdemuelas.

Nos adentramos por esta brecha natural para comprobar en pocos minutos como el paisaje cambia radicalmente y los árboles dan paso a una vegetación de pequeño porte como tomillos, sabinas o enebros.

Continuamos ascendiendo por un camino rural en suave pero constante pendiente que atraviesa campos de cultivo y nos acerca hasta la pequeña localidad de Villar de Sobrepeña, la cual se puede visitar porque el camino pasa a menos de 200 metros.
Desde el puente del Villar hasta aquí se tardan unos 45 minutos de caminata a pleno sol, por lo que cualquier grupo de árboles es bienvenido para hacer un descanso a la sombra.

El camino rural finaliza en la carretera comarcal SG-V-2323 junto al vallado de piedra y la alambrada de una enorme finca que tendremos que bordear para adentrarnos en el páramo por nuevos caminos rurales que nos conducirán hasta el borde del cañón por el que hemos caminado tan solo un par de horas antes.

En esta zona tendréis que usar vuestra orientación y echar mano del mapa que adjunto para no equivocaros de camino. También os pueden servir de referencia las ruinas de unos antiguos establos que son visibles desde bastante distancia. El camino que pasa junto a ellas y que continúa hacia la derecha es el que tendréis que tomar.

Por aquí el paisaje es bastante monótono a nuestra derecha, pero sin embargo, a la izquierda podremos ir contemplando los meandros formados por el río Duratón y la línea de vegetación que ocupa el fondo del cañón desde los improvisados miradores naturales que encontraremos a lo largo de este tramo de unos 2 kilómetros de longitud.

El camino no tiene pérdida porque transcurre paralelo a la hoz, pero tras atravesar unas canteras abandonadas, habrá que ir con precaución al caminar por un nuevo tramo de la SG-V-2323.

Unos 15 minutos después tendremos que utilizar de nuevo nuestro sentido de la orientación para dirigirnos hasta el puente de Talcano, situado de frente pero a un nivel considerablemente inferior. El sendero no está tan definido como el resto de la ruta, así que habrá que ir con cuidado los siguientes 300 metros.

Cuando lleguemos abajo, bordeamos el puente de Talcano y cruzamos de nuevo sobre el puente habilitado para salvar el Duratón. En el cruce de caminos que nos encontramos, tomamos la ruta señalizada como "Senda de los dos ríos".
Lo primero que nos encontraremos a nuestra derecha son los restos de una antigua presa que "alimentaba" a la cercana central hidroeléctrica, hoy en día en desuso.

Continuamos por esta senda que discurre pegada a la pared del cañón...

...y que poco a poco toma altura para terminar deleitándonos con unas vistas de la hoz similares a las que deben disfrutar los buitres desde sus nidos.

Al llegar al Puente del Picazo cruzaremos al otro lado del río y ascenderemos por la antigua calzada romana que nos encontramos de frente. Desde allí, podremos ver cómo la hoz se abre al encontrarse con algunos de los afluentes del río Duratón.

Al final de la cuesta atravesaremos la Puerta de la fuerza, una de las siete puertas con que contaba la villa medieval de Sepúlveda cuando estaba completamente rodeada por una muralla que fue levantada en el siglo X.

Encaramos los últimos metros de la ruta siguiendo las indicaciones de la "Senda de los dos ríos", que en este último tramo nos vuelve a regalar espectaculares panorámicas de la hoz como esta:

Tras una breve parada junto a una antigua cruz de piedra perteneciente al Viacrucis de Sepúlveda...

...llegaremos hasta la Iglesia de nuestra señora Virgen de la Peña, dónde nos asomaremos al mirador situado a sus espaldas para poner el punto y final a esta ruta.


Solicitud de autorización para visitar las Hoces del Duratón entre el 1 de Enero y el 31 de Julio:

Durante los siete primeros meses del año parte de esta ruta está restringida, ya que es la época en la que crían las aves rapaces que pueblan este entorno natural. Si se quiere recorrer en esas fechas, hay que pedir un permiso especial en la Casa del Parque, situada en la antigua iglesia de Santiago, en el centro de Sepúlveda. Únicamente se conceden 20 permisos diarios.

Podéis solicitar el permiso llamando al teléfono 921 54 05 86 o enviando un correo electrónico con vuestra petición a la siguiente dirección: duraton.ren@jcyl.es

Podéis ampliar esta información en: www.miespacionatural.es/node/313