Perú: visitando Chinchero, Moray, Maras y Cuzco ~ PhotoViajeros - Los relatos de mis Viajes, Rutas y Escapadas

Perú: visitando Chinchero, Moray, Maras y Cuzco

Tras un intenso primer día por el Valle Sagrado en el que nos maravillamos con las construcciones dejadas por los Incas en Pisac y Ollantaytambo, continuamos recorriendo otros lugares igualmente increíbles.
Comenzamos en Chinchero, dónde nos esperaban nuevas terrazas de cultivo, después seguiríamos hasta Moray para contemplar unas llamativas terrazas circulares, y terminaríamos la mañana visitando las salineras de Maras a casi 3300 metros sobre el nivel del mar.

La segunda parte de esta jornada la dedicamos a visitar varias zonas de la ciudad de Cuzco como la Plaza de Armas, el Mercado de San Pedro o el barrio de San Blas.
De nuevo, el transporte utilizado durante todo este día fue el mismo que utilizan en su día a día los habitantes de este valle plagado de tesoros arquitectónicos y naturales: furgonetas, combis y colectivos, además de un taxi para ganar algo de tiempo.

Cuzco

A continuación podrás seguir leyendo el relato de este segundo día en el que continuamos recorriendo el Valle Sagrado de los Incas...


Presupuesto del día (precios verano de 2013):

  • Furgoneta colectiva Cuzco - Chinchero: 6 soles
  • Taxi Chinchero - Moray - Salineras de Maras: 60 soles (total 4 personas)
  • Entrada a salineras de Maras: 7 soles
  • Furgoneta colectiva Ramal - Cuzco: 6 soles
  • Comida: 17 soles
  • Cena en restaurante Víctor y Victoria: 87 soles (total 4 personas)

Total presupuesto para 1 persona: 73 soles (21€ aproximadamente)
Tasa de cambio utilizada: 1€=3,5 soles

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No había pasado buena noche. Seguía mareado y con la tripa hecha un guiñapo tras el viaje de vuelta en autobús desde Ollantaytambo del día anterior, pero tenía que ponerme en pie, desayunar algo y salir a la calle para seguir visitando nuevos sitios arqueológicos por todo el Valle Sagrado.

A las 6:30 empezamos esta jornada. Un ligero desayuno (porque si echaba algo a mi estómago éste amenazaba con expulsarlo violentamente) y de nuevo estábamos caminando por las calles de Cuzco en busca de la parada de colectivos que nos habían indicado en el hostel.

En esta ocasión teníamos que ir hasta el cruce de la calle Pavitos con la avenida Grau, dónde está situada la "terminal" de colectivos que hacen la ruta Cuzco - Chinchero - Urubamba - Ollantaytambo (clic aquí para ver la localización aproximada de la estación de colectivos de Cuzco)

No hay una sola terminal sino varias, pero todas funcionan más o menos igual. Cuando se llena el colectivo (furgonetas de unas 15 plazas) salen y se empieza a llenar la siguiente, pero vamos, que el tiempo que hay que esperar entre uno y otro no suele superar los 15 o 20 minutos. El precio desde Cuzco a Chinchero es de 6 soles por persona.

Desde Cuzco a Chinchero se tardan unos 40 minutos, pero no os olvidéis de advertir al conductor de que os avise cuando lleguéis o acabaréis visitando de nuevo Ollantaytambo ;)

A eso de las 8:30 o 9:00 de la mañana ya estábamos en Chinchero buscando la entrada al recinto arqueológico, pero al ser los únicos extranjeros del pueblo no podíamos guiarnos por los autobuses turísticos o los grandes grupos, así que tuvimos que preguntar a la única persona que nos cruzamos.

Una vez sellado el boleto turístico en su apartado correspondiente, entramos al recinto para encontrarnos en primer lugar con una amplia plaza en la que destaca su iglesia colonial.

Chinchero

Desde allí caminamos hacia la zona de andenerías...

Chinchero

...que ocupan casi toda la zona norte de Chinchero a lo largo de la ladera de los montes cercanos.

Chinchero

Como podéis ver en las fotos seguíamos solos, todo un privilegio poder caminar, subir y bajar por los primitivos escalones andinos de esa amplia zona de cultivos escalonada que durante años alimentaron tanto a Chinchero como a Tupaq Inka Yupanki, el décimo soberano incaico y sucesor de Pachacútec.

Chinchero

Tras un paseo de aproximadamente 1 hora volvimos hacia la plaza de Chinchero, en cuyos alrededores encontramos al segundo o tercer ser humano que veíamos en toda la mañana trabajando en este lugar desde el que se pueden observar los imponentes nevados que lo rodean, como por ejemplo el Salkantay, de 6271 metros de altura.

Chinchero

Antes de adentrarnos por las intactas callejuelas de esta pintoresca localidad entramos en la Iglesia de Nuestra Señora de Monserrat, construida sobre los restos del antiguo palacio de Tupaq Inka Yupanki por los conquistadores españoles como símbolo de sometimiento del pueblo de Chinchero.
En su interior destacan el altar mayor de estilo barroco y decorado con pan de oro así como algunas pinturas y murales de la época colonial propias de la escuela Cusqueña.

Chinchero

En los alrededores de la plaza se pueden visitar algunos antiguos almacenes de la época colonial reconvertidos en el Museo del sitio de Chinchero, dónde se pueden ver desde cerámicas hasta diversos utensilios de labranza y restos óseos encontrados en las excavaciones de la zona.

Si tenéis la suerte de visitar este lugar en domingo podréis asistir a su concurrido y colorido mercado, al que acuden gentes de toda la comarca para vender sus productos artesanales y con un poco de suerte, contemplar el primitivo sistema de compra-venta denominado trueque, ya que éste es uno de los pocos lugares en los que todavía se practica.

Chinchero es un pueblecito que sigue manteniendo vivas sus tradiciones, dónde el tiempo parece haberse detenido en cada casa de barro levantada sobre cimientos incas, en cada calle empedrada dónde juegan los niños...

Chinchero

...o en sus talleres de arte textil. No dejéis pasar la oportunidad de visitar este lugar. No os defraudará.

Por culpa del mal cuerpo que tenía todavía a esta hora no pude perderme junto a mis tres compañeros de viaje por cada rincón de sus callejones, pero gracias a sus explicaciones y fotografías me pude hacer una idea.
Para seguir el recorrido previsto y ganar algo de tiempo decidimos coger un taxi que nos llevase hasta Moray y Maras, dos lugares a los que es complicado llegar en transporte público.

El taxi nos salió por 60 soles (17€ aprox.), pero a cambio tuvimos el transporte asegurado durante 3 horas.

Desde Chinchero salimos rumbo a Moray, un camino que en su mayor parte hicimos a través de caminos de tierra en los que levantábamos una gran polvareda que se colaba por cada junta del destartalado taxi en el que íbamos subidos inundando todo su interior de un espeso polvo en suspensión que no nos dejaba respirar en condiciones, pero que tampoco impedía disfrutar de estos remotos paisajes de enorme belleza que nos hacían sentir alejados de todo y todos.

Moray

Moray

De nuevo nos alegramos de haber madrugado, ya que en el aparcamiento de este sitio arqueológico únicamente nos encontramos con un par de minibuses que estaban a punto de marcharse y tres o cuatro coches.

Según te acercas a la caseta en la que te sellan el boleto turístico se empieza a intuir el lugar en el que está ubicado un conjunto de terrazas agrícolas dispuestas de una manera que sólo podemos encontrar aquí, en Moray.

Cuando contemplamos por primera vez estos bancales concéntricos tengo que reconocer que me impresionó y mucho encontrar un lugar como ese en un entorno tan desértico y despoblado como el que nos rodeaba.

Moray

Este conjunto de andenerías circulares a modo de anfiteatro están situadas a 3500 metros sobre el nivel del mar, y según algunos estudios, formaba parte de un centro de investigación que los incas construyeron para experimentar con diversos tipos de cultivos y ver como se comportaban en diferentes condiciones climáticas.

Moray

Se supone que cada uno de los andenes concéntricos contaba con unas condiciones climáticas específicas de varias regiones del antiguo imperio inca con las que los incas lograron simular hasta 20 microclimas diferentes. Para ello se valían de las diferentes alturas a las que estaban situados cada uno de los niveles y de la variación de temperaturas, encontrándose con las más altas en el centro y las más bajas en las gradas exteriores.

Moray

Además del espectacular "anfiteatro" principal, hay otros dos más pequeños y algunas zonas más de andenerías repartidas a su alrededor, todos ellos regados por complejos sistemas de irrigación. Un auténtico laboratorio de cultivos con más de 500 años de antigüedad. Impresionante.

Moray

De nuevo volvimos al taxi dispuestos a tragar polvo durante otros 20 minutos de camino hasta otro de esos lugares surrealistas con que Perú te sorprende a cada momento.
Tras una zona de curvas reviradas el taxi se paró en un mirador situado junto a un acantilado. Desde allí contemplamos por primera vez en la vida unas enormes salinas en medio de la montaña. ¿Cómo es esto posible?

Salineras de Maras

A vista de pájaro se pueden apreciar las dimensiones de estas salinas montañeras, pero todos estábamos con ganas de verlas de cerca y tocarlas, así que tras un par de fotos con el zoom a tope seguimos descendiendo hacia el fondo del valle por una transitada y peligrosa pista de tierra.

Salineras de Maras

No sé por qué razón las Salineras de Maras no están incluidas en el Boleto turístico del Cusco, así que nos tocó pagar 7 soles por cabeza para poder acceder.

El origen de estas salinas es un pequeño riachuelo subterráneo proveniente de los Andes que emana en una de las laderas de la montaña Qaqawiñay, aunque como no podía ser de otra manera, también hay una leyenda que explicaría su origen.

Según esta leyenda, el menor de los Hermanos Ayar (quienes llegaron a Cuzco para fundar el Imperio Inca) fue encerrado en una montaña cercana por los recelos de sus otros hermanos acerca de su poder.

Éste, al sentirse traicionado por sus hermanos y verse preso en la montaña lloró amargamente y sus lágrimas se convirtieron en pequeños cristales de sal que brotan de la montaña desde entonces para recordar a este pueblo el sacrificio de Ayar Kachi.

Sea cual sea su origen, lo único cierto es que sus aguas tienen una altísima concentración salina que desde la época prehispánica ha supuesto una importante actividad económica en toda la zona.

Salineras de Maras

Aquí se encuentran aproximadamente 3000 pequeños pozos en los que se acumula el agua para que mediante la evaporación se vaya solidificando la sal.

Salineras de Maras

Cuando se alcanza un volumen considerable de sal, ésta se extrae de cada uno de los pozos y se granula para posteriormente ser embolsadas y comercializadas. De hecho, a la entrada de las salinas hay numerosas tiendas en las que se puede comprar bolsas de sal ya tratada y apta para el consumo humano.

Salineras de Maras

Dependiendo de la época y las condiciones climatológicas es posible bajar hasta las salinas y caminar por los estrechos (y resbaladizos) senderos cubiertos por la sal. Cuando nosotros estuvimos a primeros de Agosto estaba permitido caminar hasta la zona final, dónde se puede ver perfectamente uno de los pequeños canales que aportan el agua salada a estas terrazas y observar algunos de sus trabajadores retirando la sal o preparando algún que otro pozo para comenzar el proceso desde el principio.

Salineras de Maras

Desde allí, nuestro taxista nos llevó hasta Ramal, un desolado cruce de carreteras por el que pasan numerosas combis en dirección a Cuzco. (clic aquí para ver la localización aproximada del Paradero de Ramal)

Tuvimos que dejar pasar al menos 6 combis que iban llenas hasta la bandera o con el sitio justo para alojar a 2 personas más. Al final, subimos a una furgoneta en la que fuimos cómodamente hasta la Plaza de Armas de Cuzco en 1 hora y por tan solo 6 soles por persona.

Eran casi las 15:00, así que buscamos un sitio para comer en la calle procuradores, una de las callejuelas que desembocan en la zona norte de la Plaza de Armas.

Cuzco

Después de la comida por fin recuperé las fuerzas del todo, no tenía sensación de mareo ni otras secuelas del día anterior, así que con energías renovadas comenzamos a visitar la magnífica y preciosa Plaza de Armas, en la que destacan la Catedral (izquierda de la foto), la iglesia de la Compañía de Jesús y todos los edificios que rodean la mayoría de la plaza junto a sus correspondientes soportales, que tanto han contribuido a que Cuzco fuese proclamada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1983.

Cuzco

Desde allí nos fuimos caminando hasta la Plaza del Regocijo, la Plaza de San Francisco y finalmente hasta la Plaza de San Pedro, por donde accedimos al mercado del mismo nombre.

Cuzco

A pesar de ser por la tarde y no faltar mucho para su cierre (las 18:30) todavía mantenía bastante actividad, sobre todo en la zona dónde se agolpan los puestos de jugos (zumos).

Cuzco

En otras zonas como los pasillos dedicados a productos cárnicos la mayoría de puestos ya habían recogido sus mercancías...

Cuzco

...pero en otros, sus propietarios todavía aguardaban por si podían hacer alguna venta de última hora (si los pesados de los turistas no les espantaban a la clientela).

Cuzco

A pesar de ser un mercado principalmente dedicado a los comestibles en el que podemos ver y probar todo tipo de productos típicos, también hay puestos de abarrotes (ultramarinos y comestibles), ropa, artesanías...

Cuzco

No es el típico mercado orientado al turista en el que encontrar souvenirs o artículos de recuerdo de nuestro paso por Cuzco, aunque sí que hay algunos puestos con esos productos.
Para las compras "turísticas" tenemos decenas de tiendas por las principales calles del centro histórico y el Mercado Mollina.

Antes de que anocheciese nos fuimos a ver la famosa Piedra de los 12 ángulos, un gran bloque de piedra situado en los cimientos del Palacio Arzobispal situado en la calle Hatun Rumiyoc y que antiguamente fue la residencia del Inca Cápac Cuna (Inca Roca).

Cuzco

Aburridos por la ingente cantidad de personas agolpadas en torno a este importantísimo reclamo turístico, decidimos acercarnos más tarde para poder contemplar ésta y otras famosas piedras de este callejón con más calma.

Desde allí comenzamos un largo recorrido por el pintoresco Barrio de San Blas, sin lugar a dudas uno de los más importantes y atractivos de Cusco.

Cuzco

Todo el barrio está construido aprovechando una colina, así que preparaos a subir y bajar escaleras, rampas y a perderos por infinidad de estrechas callejuelas en las que todavía se conservan infinidad de casas coloniales construidas sobre cimientos incaicos.

Cuzco

Algunas de las calles por las que no podéis dejar de pasar y pasear son la Cuesta de San Blas, las calles Carmen Alto y Carmen Bajo, Choquechaca, Siete Angelitos o Tandapata. En todas ellas os sorprenderá la limpieza de sus calles, el blanco inmaculado de sus paredes, los farolillos, las rejas que protegen las ventanas, los balcones de madera, los tiestos que cuelgan en sus fachadas...

En una de las zonas menos frecuentada por los turistas de la calle Tandapata nos encontramos con varias llamas pastando tranquilamente de las hierbas que crecen entre los muros incaicos. Un buen lugar para tocar este peculiar animal que permaneció tranquilamente a nuestro lado y que incluso acabó comiendo de nuestras manos.

Cuzco

En esta calle encontramos infinidad de restaurantes y alojamientos de todos los tipos y para todos los bolsillos, así como numerosos talleres y tiendas de artesanos. De hecho, todo el barrio de San Blas es conocido también como el barrio de los artistas.
El lugar central de San Blas es la apacible plaza que lleva el mismo nombre, desde dónde hay buenas vistas del resto de la ciudad de Cuzco.

Cuzco

Aquí podéis ver la misma plaza de San Blas desde su parte inferior.

Cuzco

Después de entrar a curiosear en algunas tiendas de artesanía (comprar era casi prohibitivo) volvimos a la Plaza de Armas para verla iluminada al anochecer...

Cuzco

...y a continuación volvimos hasta la calle Hatun Rumiyoc para, esta vez sí, contemplar todo el muro y la famosa Piedra de los 12 ángulos sin tanta gente y pudiéndonos fijar en los detalles.

Cuzco

De nuevo, acabamos sorprendidos con el impecable trabajo realizado por los incas para colocar estos enormes bloques de piedra sin ningún tipo de cemento o argamasa, simplemente encajando cada uno de ellos con los que les rodean como si de un puzle gigante se tratase.

Para terminar el día nos fuimos al restaurante Víctor y Victoria, recomendado por nuestra guía de viajes. Allí pusimos el punto y final a un día redondo entre platos típicos de la sabrosa gastronomía Peruana mientras planificábamos las visitas que haríamos al día siguiente por los sitios arqueológicos situados en los alrededores del Cusco. ¿Podrían sorprendernos más de lo que lo habían hecho los lugares visitados hasta ahora? Por supuesto, esto es Perú y cada cosa que ves te parece más increíble y maravillosa que la anterior...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, donde encuentro los colectivos de Cuzco- Chincheros?

photoviajeros dijo...

Hola Ariana, al principio de este artículo (en el tercer o cuarto párrafo) tienes la dirección de la estación de colectivos y un enlace a google maps para que sea más fácil localizarlo. Espero que te sirva. Saludos!

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