Descubriendo el Barrio Judío de Praga

Situado al norte de la ciudad vieja de Praga y cerca de la curva que hace el río Moldava a su paso por la ciudad se encuentra el Josefov (Barrio Judío), que surgió en la Edad Media al unirse las dos comunidades Judías existentes en la ciudad y que estaban situadas en torno a a la Sinagoga Staronová y la Sinagoga Española.
En la actualidad es una visita casi obligada durante nuestra estancia en Praga que gira en torno al sobrecogedor cementerio situado en pleno centro de la ciudad en el que hay enterradas casi 100.000 personas.

Para llegar hasta la Sinagoga Pinkas, que es dónde yo saqué la entrada y comencé la visita a las sinagogas y el cementerio, lo más fácil es ir desde la plaza de la ciudad vieja (dónde está el reloj astronómico) por la calle arbolada (Pařížská) que sale junto a la Iglesia de San Nicolás.
Continuamos de frente y tomamos la calle Široká, segunda calle a la izquierda que podemos identificar por el edificio que aparece en la siguiente fotografía, y seguimos caminando por ella hasta que lleguemos a la Sinagoga Pinkas.

En verano de 2010 el precio por la entrada combinada a las sinagogas y el cementerio Judío era de 20€.

El horario depende de la época del año:

• Desde noviembre hasta marzo de 9:00 a 16:30 horas.
• Desde abril hasta octubre: de 9:00 a 18:00 horas.

Para comprobar el precio actualizado y los horarios, os recomiendo entrar en su web oficial:
http://www.jewishmuseum.cz/en/info_es.php
Tras sacar la entrada, comenzamos la visita por la primera de las sinagogas.

Sinagoga Pinkas:

Está situada a la entrada del cementerio judío y a pesar de estar prácticamente vacía, es una de las más famosas de Praga, ya que tras la II Guerra Mundial esta sinagoga se convirtió en un monumento dedicado a los 80.000 judíos checoslovacos asesinados por los Nazis.
En sus paredes están escritos sus nombres, datos personales y la comunidad a la que pertenecieron cada uno de ellos. Sin duda una sencilla pero efectiva manera de rendir homenaje y recordar a todos aquellos que no sobrevivieron.

Otra exposición más significativa si cabe es la de los cientos de dibujos hechos por los 10.000 niños que estuvieron en el campo de concentración de Terezín.

Cementerio Judío:

Casi sin darnos tiempo a reflexionar y asimilar lo que acabamos de ver en la sinagoga Pinkas, cruzamos una puerta que nos conduce a un pequeño pero abarrotado cementerio en el que se agolpan unas 12.000 lápidas.

Este fue el único lugar de enterramiento permitido para los judíos de Praga durante 300 años, y a pesar de sus numerosas ampliaciones, tuvieron que ir añadiendo sucesivas capas de enterramiento para dar cabida a tal cantidad de cuerpos, por lo que el número de judíos que están enterrados allí se estima en unas 100.000 personas.

Debido al paso del tiempo, algunas de las estelas más antiguas van apareciendo, mientras que las más nuevas se inclinan al perder parte de su tierra de apoyo, creándose una visión de estelas y lápidas organizadas caóticamente.

Entre el entramado de lápidas desgastadas por el paso del tiempo y las de judíos anónimos, también se encuentran varias de famosos personajes judíos de la historia de Praga, siendo uno de los más importantes el rabino Judah Löw, el creador del Golem.
En la mayoría de las lápidas, o al menos en las más accesibles, podemos ver los cantos rodados que dejan familiares o amigos sobre las tumbas.

Sinagoga Klausová:

Al terminar la visita al cementerio judío accedemos directamente a la sinagoga Klausová, construida a finales del siglo XVII tras el incendio que arrasó el ghetto en 1689.
En la galería principal hay una exposición de objetos utilizados por la comunidad judía en su vida cotidiana, mayormente centrados en ceremonias como el bautizo, la circuncisión, el matrimonio o el divorcio.

El pequeño edificio situado al lado es la Sala de Ceremonias, uno de los edificios que exteriormente más me sorprendieron en mi recorrido por el barrio judío de Praga.

A pesar de no ser muy grande, en su interior podemos ver varias exposiciones sobre las Tradiciones y Costumbres Judías, centradas en temas como la enfermedad, la medicina o la muerte en el ghetto.

Sinagoga Staronova o Viejo-Nueva:

Se trata de la sinagoga en activo más antigua de Europa (data de 1270), con un exterior que mezcla los estilos gótico y románico.
El interior es predominantemente gótico, y consta de una nave central en la que rezaban los hombres y dos galerías situadas a los lados para las mujeres, un claro ejemplo de sinagoga medieval de doble nave y uno de los primeros edificios góticos de Praga.

Los elementos más significativos de esta importante sinagoga son la bandera roja con la estrella de David en el centro que regaló el emperador Fernando III a los judíos por la ayuda prestada durante la Guerra de los Treinta Años y el Arca dónde se guardan los rollos de la Tora.

También se puede ver la Silla del rabino Judah Löw, el "creador" del famoso Golem, un monstruo de arcilla cuya finalidad era defender a la comunidad judía al que el rabino dotó de vida gracias a sus conocimientos de la Cábala y las escrituras sagradas.
Podéis leer más acerca de esta criatura en el siguiente artículo: Leyendas del rabino Löw y su Golem

Sinagoga Española:

Para mi la más espectacular de las sinagogas de Praga. Tiene una sobria fachada que engaña, ya que oculta un interior ricamente decorado con motivos árabes y moriscos que recuerdan en cierto modo a la Alhambra de Granada (de ahí viene el nombre de Sinagoga Española).

Dejando a un lado la decoración de paredes, cúpula, barandillas o puertas, en su interior se encuentra otra parte de la colección del Museo Judío en la que podemos ver numerosas fotografías, libros y registros de la comunidad judía en Praga durante las últimas décadas, siendo especialmente significativas las correspondientes al Holocausto.

A la salida podemos ver una curiosa escultura inaugurada en 2003 por el 120 aniversario del nacimiento de Franz Kafka en la que aparece sentado en los hombros de un hombre sin cabeza ni brazos.

Está inspirada en la novela corta “Descripción de una lucha”, escrita por Kafka alrededor de 1903 en la que aparece un hombre paseando por Praga montado a hombros de otro.

Sinagoga Maisel:

Después de visitar el cementerio judío y el resto de sinagogas durante 2 horas, decidimos saltarnos esta última sinagoga en la que según el folleto que te dan al comprar las entradas lo que nos íbamos a encontrar eran más salas de exposiciones del Museo Judío.

Tras la visita a los puntos principales del barrio judío de Praga, estuvimos dando una vuelta callejeando y echando un vistazo a la fachada del antiguo ayuntamiento del Barrio Judío (Židovská radnice), para dar por concluido nuestro recorrido por el Josefov.