Estatua de la libertad, la puerta marítima de Nueva York ~ PhotoViajeros - Los relatos de mis Viajes, Rutas y Escapadas

Estatua de la libertad, la puerta marítima de Nueva York

Estatua de la libertad

El penúltimo día de nuestro viaje lo dedicamos a ver de cerca uno de los monumentos más representativos de la ciudad, la Estatua de la Libertad.


Situada en Liberty Island en la desembocadura del río Hudson de Nueva York, esta estatua de 46 metros (96 desde la base hasta la punta de la antorcha) dio la bienvenida a todos los inmigrantes europeos desde 1886, año en que Francia regaló esta estatua para la conmemoración del primer centenario de la declaración de independencia de los EEUU y como símbolo de amistad entre ambas naciones.

De hecho, y a modo de curiosidad, la estatua no está mirando hacia Manhattan como yo y muchos pensábamos antes de ir, sino que está orientada en dirección a Europa.

Estatua de la libertad

Para llegar a ella, hay que coger alguno de los ferrys que salen junto a Castle Clinton en Battery Park, dónde podemos sacar los tickets si no tenemos la New York Pass.

Os recomiendo madrugar, porque sino la cola para embarcar puede hacerse un tanto pesada, y eso que es sólo la primera de todas las colas que tendréis que esperar para poder visitar la estatua.

Esta fue una de las mayores decepciones del viaje. Pensaba que la estatua era más grande y espectacular, que su visita era imprescindible, por lo que entre el día gris y lluvioso y las casi 2 horas que tardamos en poder entrar "gracias" a las excesivas y paranoicas medidas de seguridad, acabaron por hacer de esta una de las peores experiencias de Nueva York.

Para mi lo más interesante de la visita es la propia estatua en si misma, poder observarla desde distintos lugares de la pequeña isla de la libertad en la que está levantada, pero cómo os he comentado, ese día llovía, por lo que fuimos directamente al museo que hay en la base de la estatua.

Para resumir un poco, tuvimos que pasar 3 exhaustivos controles de seguridad, mayores que los del aeropuerto. No se permite entrar con mochilas,comida o agua, así que hay que dejar todo (la cámara si que te la dejan pasar) en unas taquillas que no funcionan muy bien pero que son tecnológicamente avanzadísimas, porque tienen hasta apertura retardada y no se pueden volver a abrir en un intervalo de 15 minutos.

Después de un primer control de documentación en el que incluso el guardia te hacía preguntas de porqué ibas a ver la estatua, de dónde eras... pasas a otro control en el que hay que quitarse cinturón, zapatillas.... cómo en el aeropuerto, pero con la diferencia de que te miran tanto con lupa que tardamos casi una hora en pasar este segundo control!

Y ya el último y más increíble, es una máquina en la que entras descalzo, levantas los brazos y te empiezan a soltar chorros de aire a presión, vamos como si acabases de salir de un laboratorio biológico y pudieses ir contaminado.

Después de todo esto ya sólo queda entregar la entrada otro guardia y por fin entras al museo de la estatua!!

Pues bien, no se si sería por esas 2 horas perdidas a lo tonto en controles que me condicionaron el resto de la visita, me pareció un museo poco interesante en el que se cuenta la historia de la estatua en unos cuantos paneles y maquetas.

El tiempo de visita del museo: 15 minutos.

Lo más interesante fue poder ver la antorcha original reemplazada en 1986, y a la que hasta 1916 se podía acceder pagando 50 centavos.

Estatua de la libertad

Desde el museo situado en el pedestal de hormigón, salen las escaleras que suben hasta el mirador de la base de la estatua, el punto más alto que se podía visitar en navidades de 2008, ya que el acceso a la corona permanecía cerrado desde hacía varios años.

Estatua de la libertad

Al final de las escaleras y antes de salir al mirador exterior del pedestal, si miramos hacia arriba, podemos ver la estructura interior de la estatua, diseñada por Gustave Eiffel.

Estatua de la libertad

Al estar lloviendo y el día gris, no pudimos contemplar las vistas del puerto de Manhattan ni del Skyline de la ciudad, así que dejé la cámara bien protegida en el abrigo mientras dimos una vuelta rápida por el pedestal.

Desde aquí y después de una visita poco productiva, sacamos las mochilas y demás cosas de la taquilla y fuimos en busca del ferry que nos acercaría a la cercana isla de Ellis, dónde veríamos el museo de la inmigración.

Estatua de la libertad

2 comentarios:

Tiago Braga dijo...

Magnifico registo!!!!
muito bom enquadramento!
visite http://tiagophotografy.blogspot.com/
abraço desde Portugal!

photoviajeros dijo...

Un abrazo para ti también Tiago!

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